Habitaciones con 18 camas en un psiquiátrico de Zaragoza

Los pacientes psiquiátricos del hospital Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza, comparten habitaciones de 18 camas, "una próxima a la otra y sin división alguna"; el 61% de los enfermos mentales ingresados en centros de Cantabria llevan más de diez anos internados; muchos beneficiarios de la Seguridad Social deben sufragar su hospitalización en instituciones psiquiátricas privadas ante la inexistencia de camas en las públicas.Estas son algunas de las primeras conclusiones de la investigación iniciada por la Oficina del Defensor del Pueblo, a la que se hace referencia en el informe de 1990, y e...

Los pacientes psiquiátricos del hospital Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza, comparten habitaciones de 18 camas, "una próxima a la otra y sin división alguna"; el 61% de los enfermos mentales ingresados en centros de Cantabria llevan más de diez anos internados; muchos beneficiarios de la Seguridad Social deben sufragar su hospitalización en instituciones psiquiátricas privadas ante la inexistencia de camas en las públicas.Estas son algunas de las primeras conclusiones de la investigación iniciada por la Oficina del Defensor del Pueblo, a la que se hace referencia en el informe de 1990, y en la cual se afirma tajantemente que son insuficientes las prestaciones sanitarias que ofrece la sanidad pública en asistencia psiquiátrica.

El Defensor del Pueblo inició este trabajo como consecuencia del "significativo" número de quejas recibido. Tras estudiar varios hospitales en toda España, se denuncia que un gran porcentaje de los centros desempeñan, en la práctica, funciones de "asilo, y cobertura social" y no terapéutica, mientras que en las unidades psiquiátricas de los hospitales generales la presión asistencial impide internar a pacientes de riesgo.

Listas de espera

Las quejas incluidas en el capítulo de Sanidad, Trabajo y Seguridad Social del informe correspondiente a 1990 han experimentado un ligero descenso respecto al año anterior, pasando de 3.376 a 3.105 reclamaciones. Sin embargo, los responsables del trabajo destacan la persistencia de problemas y retrasos considerables en las listas de espera de los hospitales públicos. El caso mas sangrante de los expuestos se refiere a un paciente programado en el hospital Ramón y Cajal en 1986 para una extracción de piedras en la vesícula, que después de tres años de espera falleció en noviembre de 1989 como consecuencia del proceso billar diagnosticado.

Otra denuncia formulada en 1990 tiene como protagonista a un enfermo que estaba pendiente desde 1981 de una intervención en la cadera derecha en el mismo hospital. Ante la afirmación del centro de no tener constancia de dicho compromiso, se pudo aportar el informe médico que en su día indicaba la necesidad de operar al paciente y le emplazaba a un próximo aviso de ingreso. También se destaca el caso de una paciente del hospital Virgen de la Salud, de Toledo, a la que se prescribió la realización de una biopsia en un quiste. Tras permanecer un año en lista de espera, tuvo que practicársela finalmente en un centro privado.

Por especialidades, el informe destaca los retrasos en operaciones de cataratas en varios hospitales españoles por la alta. ocupación de los servicios de oftalmología y una demora de hasta dos años en la realización de pruebas de sensibilización en el servicio de Alergia del Hospital de la Princesa, de Madrid.

El resumen del Defensor del Pueblo recoge los resultados de la auditoría efectuada en las áreas de urgencia de los hospitales de la Comunidad madrileña. En ella se delatan importantes desajustes entre el personal médico y de enfermería con respecto a la demanda asistencial, especialmente en las zonas de la periferia; "escasa, actividad quirúrgica" y deficiencias en la dotación de recursos en Pediatría.