Aumentan las urgencias por abuso un fármaco de efectos alucinógenos

El servicio de urgencias del departamento de psiquiatría del hospital Clínico de Barcelona ha observado en los últimos meses un incremento preocupante de ingresos de adolescentes que llegan con cuadros de alucinación y trastornos de la conducta provocados por la ingestión de un fármaco de uso habitual en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. El medicamento puede obtenerse con facilidad, y en su prospecto no figura ninguna advertencia sobre su potencia¡ alucinógeno.

El abuso de este medicamento, utilizado como nuevo alucinógeno en fiestas de adolescentes, puede tener serias conse...

El servicio de urgencias del departamento de psiquiatría del hospital Clínico de Barcelona ha observado en los últimos meses un incremento preocupante de ingresos de adolescentes que llegan con cuadros de alucinación y trastornos de la conducta provocados por la ingestión de un fármaco de uso habitual en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. El medicamento puede obtenerse con facilidad, y en su prospecto no figura ninguna advertencia sobre su potencia¡ alucinógeno.

El abuso de este medicamento, utilizado como nuevo alucinógeno en fiestas de adolescentes, puede tener serias consecuencias para. la salud, y a dosis muy elevadas puede provocar incluso la muerte. El fármaco tiene un sólo principio activo que está indicado como tratamiento en la enfermedad de Parkinson cuando el síntoma principal son los temblores. Este medicamento se prescribe también a enfermos esquizofrénicos para compensar los efectos secundarios del tratamiento con neurolépticos, que en muchos casos pueden provocar temblores.Era conocido desde los inicios de su comercialización, en los años sesenta, que a dosis elevadas podía tener efectos psicotrópicos, y, de hecho, entre un 5% y un 7% de los pacientes esquizofrénicos que lo toman bajo prescripción facultativa llegan a abusar del fármaco por el efecto euforizante que provoca en determinadas condiciones. Los servicios hospitalarios habían observado, casos aislados de abuso de este fármaco por parte de algunos toxicómanos con largas dependencias, e incluso su utilización en intentos de suicidio.

Pero su uso como alucinógeno en fiestas de adolescentes comenzó a observarse hace algo más de un año, y el creciente número de urgencias hospitalarias atendidas en los últimos meses en jóvenes sin antecedentes de consumo de drogas hace sospechar, según Enrique González Monclús, jefe de la subdivisión de psiquiatría del hospital Clínico de Barcelona, que se está poniendo de moda en determinados ambientes, preferentemente en los barrios periféricos.

El efecto alucinógeno se produce por la combinación del medicamento con alcohol. Con el agravante de que el efecto no es inmediato en todos los casos. "La combinación con el alcohol produce una multiplicación de efectos que a veces no se expresan en todo su potencial hasta varias horas más tarde. De hecho, el efecto puede potenciarse durante 12 horas después de haber sido tomado", explica González Monclús. El hecho de que a veces el efecto no aparezca inmediatamente puede inducir al adolescente a aumentar peligrosamente las dosis en busca de las sensaciones esperadas.

Angustia y alucinaciones ,

De hecho, la mayoría de los casos atendidos en este liospital, entre 30 y 40, son debídos a efectos retardados. "Los adolescentes, chicos y chicas de 13 a 16 años normalmente, llegan al servicio de urgencias a altas horas de la madrugada, la mayoría de las veces acompañados por sus padres, que se han alarmado al obervar en sus hijos estados de confusión, comportamientos extraños y alucinaciones", explica Diego Palao, médico del servicio de psiquiatría.

El cuadro, calificado como psicosis anticolinérgica,comporta en muchos casos conductas aparatosas y un elevado nivel de angustia, puesto que los adolescentes conservan cierta consciencia de realidad mezclada con las visiones, como si vivieran en dos mundos a la vez, en una cadena de efectos no esperados y en ocasiones muy desagradables.

El peligro, como en otros alucinógenos potentes, radica en que pueden provocar en los adolescentes sensaciones e impresiones falsas que les lleven a colocarse en situaciones de peligro fisico, aparte del riesgo que comporta la intoxicación. El cuadro de alucinaciones remite normalmente en 24 horas.

Un portavoz del Ministerio de Sanidad recalcó ayer la conducta incorrecta e irresponsable de los farmacéuticos que venden este medicamento sin receta., e indicó que la inspección farmacéutica se ocupará de advertir de este potencial peligro para que en adelante se exija la receta.