Intensa búsqueda de un Gobierno de coalición para Finlandia

Los rumores sobre una inminente devaluación y especulaciones sobre las posibles alianzas que tendrán lugar para la formación del nuevo Gobierno dominaron la escena en Finlandia al día siguiente de las elecciones. Los rumores sobre una devaluación habían circulado profusamente incluso en el exterior y se vieron fortalecidos tras los resultados del domingo, ya que, según fuentes gubernamentales, el anterior presidente del Partido del Centro, Paavo Vayryrien, en una comparecencia en la televisión, había dejado la puerta abierta para una posible devaluación.Esa situación ha determinado que la ...

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Los rumores sobre una inminente devaluación y especulaciones sobre las posibles alianzas que tendrán lugar para la formación del nuevo Gobierno dominaron la escena en Finlandia al día siguiente de las elecciones. Los rumores sobre una devaluación habían circulado profusamente incluso en el exterior y se vieron fortalecidos tras los resultados del domingo, ya que, según fuentes gubernamentales, el anterior presidente del Partido del Centro, Paavo Vayryrien, en una comparecencia en la televisión, había dejado la puerta abierta para una posible devaluación.Esa situación ha determinado que la urgencia en la formación del Gobierno será la máxima prioridad en los próximos días. El presidente Mauno Kolvisto regresó ayer de sus vacaciones de invierno y se cree que su primera tarea será iniciar los sondeos en tal sentido. Se dar por descontado que el encargado de formar el nuevo Gobierno será el líder del Centro, Esko Aho.

Las especulaciones giran en torno a las fuerzas que lo integrarán. En sus primeras declaraciones después del triunfo, el líder del Centro expresó su opinión de que el Gobierno deberá tener la mayor amplitud posible, sin especificar mucho más. Las alternativas probables mencionan un Gobierno formado por las tres principales fuerzas políticas del país, es decir, centristas, socialdemócratas y conservadores, pero también se alude a una alianza de centristas, socialdemócratas, alianza de izquierda y verdes. Pero la situación política cambió en tal grado después del domingo que podría ocurrir que una alianza no prevista termine finalmente formándose.

Si el pacto entre socialdemócratas y conservadores en 1987 terminó por diluir las difusas fronteras entre partidos burgueses y socialistas, las elecciones del domingo rompieron el esquema predominante hasta ahora. El bajo porcentaje de votación y la victoria contundente del centro se interpretan como que el electorado ha dado la espalda a los políticos tradicionales. Nuevas figuras, como Esko Aho, surgen de la nueva generación de políticos, que parece decidida a tomar el relevo de sus antecesores.

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