Mitterrand se alinea por completo con la posición norteamericana

El presidente francés, François Mitterrand, no osó ayer desmarcarse de sus aliados anglosajones en la guerra del Golfo. El temor de volver a ser considerado por Washington, Londres y Jerusalén como el miembro más vacilante de la coalición antiiraquí, impidió a Mitterrand reconocer que la propuesta de paz anunciada en Moscú es mucho más dura con Sadam Husein que la que él mismo había presentado, con anterioridad. Francia no aceptó ni rechazó la propuesta de Moscú y se alineó con Estados Unidos.

Hasta ahora, la intransigencia de Sadam permitía a Francia proclamar que su objetivo era la me...

El presidente francés, François Mitterrand, no osó ayer desmarcarse de sus aliados anglosajones en la guerra del Golfo. El temor de volver a ser considerado por Washington, Londres y Jerusalén como el miembro más vacilante de la coalición antiiraquí, impidió a Mitterrand reconocer que la propuesta de paz anunciada en Moscú es mucho más dura con Sadam Husein que la que él mismo había presentado, con anterioridad. Francia no aceptó ni rechazó la propuesta de Moscú y se alineó con Estados Unidos.

Hasta ahora, la intransigencia de Sadam permitía a Francia proclamar que su objetivo era la mera liberación de Kuwait y no la destrucción del potencial militar de Irak y la caída de su régimen. El ex ministro de Defensa Jean-Pierre Chevènement, el socialista que dimitió por considerar que los norteamericanos estaban alejando la guerra de sus fines oficiales, se lo recordó ayer al presidente François Mitterrand.Rompiendo el silencio que se había impuesto desde su dimisión, Chevèment dijo: "Irak acaba de aceptar el único objetivo fijado por la ONU: la liberación de Kuwait". Según el ex ministro, "el honor de Francia y el respeto del derecho internacional" obligan ahora al presidente François Mitterrand a "actuar para que EE UU renuncie a continuar una guerra que ya ha provocado demasiadas víctimas".

Comunistas, pacifistas, ecologistas, movimientos antirracistas y disidentes del partido socialista, como el eurodiputado Max Gallo y el escritor Regis Debray, coincidieron con el análisis de Chevèmenement y calificaron de "monstruosa" la continuación de la guerra. Gallo pidió a Mitterrand que actuara "con independencia" y no dejara perder "la oportunidad de paz" contenida en la aceptación iraquí de las propuestas de Mijaíl Gorbachov.

Oídos sordos

El presidente francés hizo oídos sordos a esas demandas y, en la línea adoptada desde la dimisión de Chevèmenement, se situó por completo junto a la posición norteamericana. Mitterrand no habló en público ayer, pero sus portavoces hicieron saber que Francia ni rechazaba ni aceptaba la propuesta anunciada en Moscú. "Es un paso en la buena dirección", "puede conducir a una solución pacífica", dijo por la mañana el ministro de Exteriores, Roland Dumas.

Al comentar la propuesta soviética, el ministro había dicho que contenía "numerosos aspectos claves que deben ser clarificados". Uno de esos aspectos es "el modo y el calendario de la evacuación iraquí" del emirato. Según Dumas, la retirada iraquí "debe comenzar antes del establecimiento de un alto el fuego" y debe realizarse "en un corto periodo de tiempo". Dumas proclamó el apoyo francés a la continuación de los ataques contra Irak y rechazó el plazo previsto en el plan soviético para la anulación de las sanciones contra Irak.

Más tarde, los franceses dieron a conocer su acuerdo con el estricto ultimátum otorgado por la tarde por George Bush a Irak para retirarse de Kuwait. Y ello pese a que, como subrayó Serge July en Libération, el plan soviético es "más radical con Sadam" que los dos planes franceses presentados antes del 15 de enero. "El lazo con el problerna palestino", dijo July, "ha desaparecido. En sentido estricto, la retirada es incondicional y confirma el fracaso iraquí".