Los jóvenes prefieren recordar el 23-F para que no se repita

Diez años después del golpe, el 71% de los españoles cree que la democracia está consolidada

La opinión pública española está dividida a la hora de considerar si el golpe de Estado del 23-F debe ser olvidado o si hay que tenerlo presente para evitar que se repita algo similar, según un sondeo de Demoscopia para EL PAÍS. Resulta sintomático que entre los más jóvenes -de 18 a 23 años, que entonces sólo tenían de 8 a 13 años- son mayoría (el 55%) los partidarios de recordar el golpe para hacer imposible su repetición, mientras el 51% de los españoles con más de 55 años opta por el olvido definitivo. No obstante, un 75% de los ciudadanos juzga nada o poco probable que pueda repetirse algo...

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La opinión pública española está dividida a la hora de considerar si el golpe de Estado del 23-F debe ser olvidado o si hay que tenerlo presente para evitar que se repita algo similar, según un sondeo de Demoscopia para EL PAÍS. Resulta sintomático que entre los más jóvenes -de 18 a 23 años, que entonces sólo tenían de 8 a 13 años- son mayoría (el 55%) los partidarios de recordar el golpe para hacer imposible su repetición, mientras el 51% de los españoles con más de 55 años opta por el olvido definitivo. No obstante, un 75% de los ciudadanos juzga nada o poco probable que pueda repetirse algo parecido. El 71% estima que la democracia está plenamente consolidada.

Para la mayoría de los españoles, el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 representa el recuerdo lejano de hechos cuya repetición en la actualidad se estima muy improbable y cuya memoria evoca fundamentalmente sentimientos de miedo e indignación. La mayoría de la ciudadanía opina también que la fallida intentona contribuyó al fortalecimiento de la democracia, y se muestra contraria a la concesión del indulto al principal inculpado, el ex teniente coronel Antonio Tejero, único implicado que aún continúa en prisión. Estas son las principales conclusiones que cabe extraer del sondeo realizado por Demoscopia para EL PAÍS.Uno de cada tres españoles (el 37% exactamente) dice tener aún un recuerdo muy vivo de los acontecimientos del 23-F. Para la mayoría, sin embargo, constituye sólo un recuerdo lejano; ésa es la respuesta que da un 50%. El 13% restante dice no recordar ya nada de aquello, siendo de destacar que entre quienes así contestan abundan más los mayores de 55 años que los menores de 25. Los porcentajes de españoles que dicen guardar aún un recuerdo muy vivo de aquellos hechos son superiores a la media nacional en Valencia (54%) y Madrid (40%), e s decir, justamente en las dos ciudades en las que la asonada hizo sentir más su impacto.

Al recordar el 23-F, los sentimientos que experimentam los españoles son, fundamentalmente, miedo (33%), indignación (19%) y vergüenza (12%). Tan sólo un 1% dice experimentar cierta satisfacción, mientras que un 20% dice no sentir nada especial. La mención del miedo es más frecuente entre los votantes del CDS (50%) y del PSOE (39%), y la de la indignación, entre los votantes de Izquierda Unida (28%) y del PSOE (27%).

Los jóvenes no olvidan

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La opinión pública española se divide por la mitad a la hora de considerar si el 23-F debe ser olvidado ya de una vez por todas, o si, por el contrario, conviene recordarlo de vez en cuando para evitar que pueda volver a ocurrir: un mismo porcentaje de entrevistados (48%) se inclina por cada una de estas opciones. Es de resaltar que entre los más jóvenes (18 a 23 años) son mayoría (55% frente al 41%) los partidarios de recordarlo para evitar su repetición, mientras que, en cambio, entre los españoles mayores de 55 años predominan los partidarios de su olvido definitivo (51% frente al 43%).

En cuanto a la situación del ex teniente coronel Tejero, único inculpado por los hechos del 23F que continúa en prisión, la mayoría absoluta (52%) de los españoles considera que debe cumplir íntegramente, la pena que le fue impuesta. Entre los votantes de Izquierda Unida este porcentaje es del 77%; entre los del PSOE, del 61%, y entre los del CDS, del 50%. En cambio, entre los votantes del Partido Popular alcanza tan sólo el 30%. Un 24% de la ciudadanía (porcentaje que sube hasta el 50% en el caso de los votantes del Partido Popular) considera, en cambio, que debería ser indultado ya, y un 12% estima que debería ser indultado, pero más adelante.

En conjunto, los españoles parecen considerar que el 23-F constituyó una especie de vacuna para el sistema democrático español; en efecto, la mayoría absoluta (51%) piensa que aquel fallido intento de golpe de Estado sirvió para que la democracia se hiciera más fuerte. Sólo el 7% piensa, en cambio, que la debilitó. Para el 36% se trata de algo que no tuvo mayores consecuencias.

En todo caso, tres de cada cuatro españoles (75%) estima poco o nada probable que pudiera repetirse ahora un intento de golpe de Estado como el del 23-F. La encuesta invita así a concluir que la sociedad española parece sentir que la sombra amenazadora de un posible golpe militar está dejando de planear sobre ella. Sin embargo, un sector considerable de españoles todavía da algunas posibilidades a la eventualidad de un golpe militar. La improbabilidad de la repetición de hechos como los que tuvieron lugar hace 10 años es, por otra parte, indicada en medida prácticamente idéntica tanto por los votantes del PP como del PSOE, del CDS o de IU.

Mayor fortaleza

El principal argumento que aducen aquellos que consideran poco o nada probable: un nuevo 23-F para justificar su opinión es la mayor estabilidad y fortaleza que tiene ahora la democracia en España: el 55% da esta respuesta, sin que haya diferencias significativas al respecto en función de la orientación ideológica.

En segundo lugar, un 50% de los encuestados menciona el cambio en la situación general del país en comparación con la de hace una década. En tercer lugar aparece citada la progresiva aceptación por los militares del régimen democrático: ésta es la opinión del 44%. Finalmente, sólo el 35% considera que la práctica desaparición del riesgo de un nuevo 23-F se deba a la política seguida por el Gobierno con los militares.

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