Sorpresa de Ordóñez ante la moderación de Gaddafi

El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, se llevó ayer una sorpresa en la etapa libia de su gira por cinco países del norte de África: encontrarse con los interlocutores más moderados del Magreb, junto con los marroquíes, respecto a la guerra. La segunda sorpresa de la delegación española fue verse obligada a viajar de Trípoli a Bengazi, la segunda ciudad de Libia, para ser recibida por Muammar el Gaddafi.

Fernández Ordóñez fue ayer el primer titular de Asuntos Exteriores español en pisar el suelo libio desde 1972, aunque su secretario de Estado de Coopera...

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El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, se llevó ayer una sorpresa en la etapa libia de su gira por cinco países del norte de África: encontrarse con los interlocutores más moderados del Magreb, junto con los marroquíes, respecto a la guerra. La segunda sorpresa de la delegación española fue verse obligada a viajar de Trípoli a Bengazi, la segunda ciudad de Libia, para ser recibida por Muammar el Gaddafi.

Fernández Ordóñez fue ayer el primer titular de Asuntos Exteriores español en pisar el suelo libio desde 1972, aunque su secretario de Estado de Cooperación, Luis Yáñez, sí visitó Trípoli. El ministro conoció ayer personalmente a Gaddafi.Ibrahim Mohamad Bashari secretario para Asuntos Exteriores, fue ayer el primer interlocutor de Fernández Ordóñez quien se quedó "sorprendido por su pragmatismo y flexibilidad", según fuentes de la delegación española. No sólo recalcó que sin retirada iraquí de Kuwait no había solución al conflicto del Golfo sino que no hizo hincapié alguno en vincular, tal y como lo ha hecho Sadam Husein, la evacuación del emirato con una negociación para poner fin al contencioso árabe-israelí.

Entre los países norteafricanos, Libia es el único que no ha resultado económicamente perjudicado por la crisis. De ahí que, a diferencia de Túnez o de Argelia, el régimen no se haya sentido obligado a sintonizar con una opinión pública que se siente menos afectada por el conflicto.

Bashari agredeció los esfuerzos de España en la CE por intentar levantar las sanciones económicas a Libia y quiso demostrar su buena voluntad proponiendo la creación de una comisión de expertos para resolver el contencioso aún pendiente del impago de importaciones españolas que, según fuentes diplomáticas, supera los 2.000 millones de pesetas.

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