Línea divisoria

La cota del 250% se ha convertido en la línea que separa, a nivel bursátil, una economía sana de otra con problemas o, lo que es lo mismo, una economía en la que la bolsa puede moverse con posibilidades de aquella de la que deben esperarse contratiempos. De nada sirvió, en esta ocasión, que la subasta de letras del Tesoro a un año recortara los tipos de interés y que Bankinter decidiera bajar su tipo de interés preferencial, confirmando así la tendencia a la baja en el precio del dinero. Los inversores tuvieron miedo de ir más allá del 250%, a pesar de que el volumen contratado fue ayer más al...

La cota del 250% se ha convertido en la línea que separa, a nivel bursátil, una economía sana de otra con problemas o, lo que es lo mismo, una economía en la que la bolsa puede moverse con posibilidades de aquella de la que deben esperarse contratiempos. De nada sirvió, en esta ocasión, que la subasta de letras del Tesoro a un año recortara los tipos de interés y que Bankinter decidiera bajar su tipo de interés preferencial, confirmando así la tendencia a la baja en el precio del dinero. Los inversores tuvieron miedo de ir más allá del 250%, a pesar de que el volumen contratado fue ayer más alto que nunca. En el ánimo de los actores tuvo mucho peso la enorme selectividad del negocio de estos días, lo que obliga a muy pocos valores a cargar con el. grueso de la responsabilidad. El caso es que una vez tocado el 250% el dinero se lo pensó dos veces y decidió dejar que el mercado se tomara un respiro.Los problemas informáticos de la Bolsa de Madrid le dieron, una vez más, al cierre de la sesión cierto misterio, pues prolongaron la elaboración del índice casi una hora fuera del horario habitual. Al final se pudo constatar que la magia de los últimos minutos funcionó libre de presiones, lo que equivale a mejorar el índice medio punto y a dejarle en una posición en la que todo es posible.