Bagdad se mantiene en pie, pese al bombardeo

Entre el humo de la batalla y la niebla matutina, Bagdad amaneció ayer tranquila y sin indicios de haber sufrido grandes daños después de una noche de intensos bombardeos. Los corresponsales extranjeros coincidían en que el centro de la ciudad aparecía sorprendentemente intacto. "Bagdad no es una ciudad en ruinas" señalaba el corresponsal de la CNN Peter Arnett. Los pocos vehículos que circulaban por la ciudad lo hacían sin dificultad. Algunos autobuses escolares podían verse desde el hotel Rachid y los taxis se hallaban en sus paradas. A pesar del éxodo masivo registrado en Bagdad los últimos...

Entre el humo de la batalla y la niebla matutina, Bagdad amaneció ayer tranquila y sin indicios de haber sufrido grandes daños después de una noche de intensos bombardeos. Los corresponsales extranjeros coincidían en que el centro de la ciudad aparecía sorprendentemente intacto. "Bagdad no es una ciudad en ruinas" señalaba el corresponsal de la CNN Peter Arnett. Los pocos vehículos que circulaban por la ciudad lo hacían sin dificultad. Algunos autobuses escolares podían verse desde el hotel Rachid y los taxis se hallaban en sus paradas. A pesar del éxodo masivo registrado en Bagdad los últimos días, los que quedaban en la capital parecían determinados a mantener una vida normal. A lo lejos de la ciudad se observaban grandes columnas de humo negro, procedentes de las instalaciones militares y estratégicas alcanzadas por los misiles y las bombas lanzados con gran precisión por las fuerzas aliadas.

En la madrugada, el Ministerio de Defensa, un edificio bien protegido frente al hotel Rachid fue alcanzado de lleno por tres misiles. El cuartel general del partido gubernamental Baaz, la torre de comunicaciones de la central de correos, el palacio presidencial, la terminal militar del aeropuerto, algunas centrales eléctricas, una refinería en el Tigris y el centro de investigación Rachid Salam fueron también blanco de los cohetes.Los aviones de la fuerza multinacional reanudaron los bombardeos hacia las 7.30 de la mañana. A esta hora los periodistas congregados en el Rachid se sobresaltaron por el ruido de dos fuertes explosiones.

A partir del mediodía empezó a caer sobre el sur de Bagdad una lluvia de misiles Tomahawk, disparados, probablemente, desde los acorazados Wisconsin y Missouri. El ruido era salpicado por el de las ráfagas de la defensa antiérea iraquí. Los periodistas no pudieron ver ningún avión.

En su primer comunicado de guerra, difundido por Radio Bagdad a las 6.30, el mando general de las fuerzas armadas iraquíes anunció: "Los aviones enemigos sólo han alcanzado aquellos objetivos que Dios ha querido" y añadió que "regiones densamente pobladas han resultado afectadas, así como algunas bases aéreas". La emisora oficial transmitía marchas militares y dirigía constantes llamamientos a la población para que conserve la calma y a los países árabes para que sigan de cerca los acontecimientos del Golfo.Sadam, en las calles

A las 7 de la mañana, Sadam Husein acudió personalmente a la estación de televisión de Bagdad, según informó un técnico de la cadena estadounidense CNN. El líder iraquí caminaba con paso "firme y resuelto" y su cornitiva hacía esfuerzos para seguirle. Sadam recorrió algunas calles de una ciudad, aparenteraente Bagdad, en las que, según pudo verse a través de las imágenes de la television iraquí, grupos cle ciudadanos saludaban efusivamente a su presidente, rodeado de jefes militares. Era un gesto con el que Sadam, que también visitó el Alto Mando de la Fuerza Aérea, intentaba tranquilizar a la población.Mientras los bombardecs seguían sin cesar, el Ministerio de Defensa llamó a filas a todas las personas nacidas entre 1954 y 1956. El comunicado, difundido por Radio Bagdad, dio tres días de plazo para presentarse en los centros de reclutamiento.A las 5 de la tarde, la cadena de televisión CNN interrumpió sus transmisiones desde Bagdad por orden de las autoridades iraquíes, después de haber infórmado en directo durante más de 16 horas desde el comienzo de la guerra.