Multitudinario funeral por las víctimas de Vilna

El multitudinario funeral por las víctimas de la acción militar de la madrugada del domingo se convirtió ayer en un impresionante acto de afirmación nacional lituana respaldado por representantes de otras repúblicas que expresaron su oposición a la política del Kremlin. El arzobispo de Vilna, Julionas Steponovicius, comparó con Poncio Pilato al presidente Mijaíl Gorbachov y al ministro de Defensa de la URSS, Dmitri Yázov, en una misa solemne que comenzó en la catedral a mediodía.

"Gorbachov y Yazov no vieron ni oyeron nada. Se lavaron las manos como Poncio Pilatos", afirmó el arzobispo ...

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El multitudinario funeral por las víctimas de la acción militar de la madrugada del domingo se convirtió ayer en un impresionante acto de afirmación nacional lituana respaldado por representantes de otras repúblicas que expresaron su oposición a la política del Kremlin. El arzobispo de Vilna, Julionas Steponovicius, comparó con Poncio Pilato al presidente Mijaíl Gorbachov y al ministro de Defensa de la URSS, Dmitri Yázov, en una misa solemne que comenzó en la catedral a mediodía.

"Gorbachov y Yazov no vieron ni oyeron nada. Se lavaron las manos como Poncio Pilatos", afirmó el arzobispo ante los 10 féretros, cubiertos con banderas lituanas, colocados frente al altar de un templo atestado. El total de víctimas es de 15, contando tres personas que fueron enterradas en provincias y dos soldados del Ejército soviético.La multitud, que abarrotaba las calles de Vilna, portaba velas encendidas e inmensas cantidades de flores que ponían una nota de color sobre la ciudad nevada y fría.

Los funerales duraron exactamente dos horas, tras un sobrecogedor cortejo por las calles de la ciudad. Los ataúdes desfilaron en camionetas seguidos por los familiares y amigos de los muertos. Frente a cada uno de los grupos había una joven vestida en traje regional.

En la catedral hablaron tres representantes religiosos. Además del arzobispo católico, lo hizo el representante de la iglesia ortodoxa rusa en Lituania, Jrisostom, quien expresó su dolor porque los rusos están vinculados a esta tragedia como culpables directos.

"Hoy no se puede dividir a la gente por nacionalidades", dijo; "hoy hay gente honrada y justa y gente que ha sucumbido a las ideas del imperio". Lo que sucede en Lituania, señaló Jrisostom, refleja la tendencia imperialista de quienes sólo quieren mantener a los comunistas en el poder. El sacerdote condenó al Comité de Salvación Nacional, el fantasmagórico grupo en cuyo nombre se llevó a cabo el asalto a la torre de la televisión en la madrugada del pasado domingo.

La sede del Soviet Supremo de Lituania continuaba ayer siendo fortificada con gruesos bloques de hormigón, vehículos y objetos voluminosos y contundentes que la transformaban en una verdadera fortaleza.

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Ataques a los nacionalistas

A las dos de la tarde, cuando el cortejo fúnebre salía de la catedral camino del cementerio, la televisión central soviética comenzó a emitir un programa propagandístico y su presentador, Alexander Nebzorov, mostró claramente la envergadura de su apoyo al Ejército y a la causa imperial prorrusa. Nebzorov, a quien el Ejército había dejado el lunes visitar a placer la torre de televisión, manifestó que es más fácil calumniar al Ejército, alentar las pasiones y publicar las fotos de las víctimas que resultan haber muerto de ataques al corazón o accidentes de tráfico que abordar lo esencial.

"Lituania ha decidido beber el amargo cáliz de la guerra civil", dijo Nebzorov, quien acusó a políticos endemoniados, pequeños y grandes, sucios y gritones, de ganar popularidad en la pesadilla lituana.

El Comité de Salvación Nacional difundió un comunicado en el que califica al presidente lituano, Vitautas Landsbergis, de "asesino número uno" y acusa al Parlamento de adoptar leyes para destruir fisicarnente a los comunistas, los forasteros, las familias de los militares y los ciudadanos de la URSS.

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