El atasco del 'martes negro' fue de 17 kilometros

El augurio de un martes negro en el tráfico se hizo ayer realidad. La coincidencia en horas punta de los paros de los conductores del metro, la vuelta a clase de 700.000 estudiantes, el regreso de 3.000 autobuses escolares, las rebajas y la niebla causaron retenciones en los accesos a la ciudad de hasta 17 kilómetros y un aumento del 20% del tráfico en la capital. Los maquinistas han pedido ampliar a seis horas los paros desde el día 21 de enero y amenazan con la huelga total si hay despidos. La última negociación acabó en fracaso. Hoy habrá huelga.

El primer parte de la Dirección G...

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El augurio de un martes negro en el tráfico se hizo ayer realidad. La coincidencia en horas punta de los paros de los conductores del metro, la vuelta a clase de 700.000 estudiantes, el regreso de 3.000 autobuses escolares, las rebajas y la niebla causaron retenciones en los accesos a la ciudad de hasta 17 kilómetros y un aumento del 20% del tráfico en la capital. Los maquinistas han pedido ampliar a seis horas los paros desde el día 21 de enero y amenazan con la huelga total si hay despidos. La última negociación acabó en fracaso. Hoy habrá huelga.

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El primer parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) no pudo ser más desalentador. En la carretera de Extremadura las retenciones fueron de 17 kilómetros. En la de Toledo, las colas iban del kilómetro 5 al 10, y en la de Barcelona rozaron los 11 kilometros. En la autovía de La Coruña, la falta de visibilidad por la niebla impidió montar el cuarto carril, y miles de vehículos se agoIpaban a lo largo de 13.000 metros.En la ciudad, los coches entraron con cuentagotas. Sin embargo, eso no impidió que el tráfico fuera un 20% superior al registrado cualquiera de los ocho días de 1991 y que la saturación alcanzara el 95%. La avería de un vehículo sobre el puente de Villecas en la M-30 echó más leña al atasco. La hora punta de la mañana fue una hora y media más larga de lo habitual, de 7.00 a 10.30. Desde el mediodía hasta la tarde hubo un respiro.

Arterias tan importantes como Doctor Esquerdo, paseo de las Delicias, y plazas como Pirámides, Atocha, Embajadores o Teledo se atragantaron de vehículos, según el Gabinete Municipal de Información de Tráfico. En Embajadores, el paro de la mañana en el Metro (de 6.30 a 8.30) afectó directamente a la circulación: los cientos de personas que se agolpaban en las paradas de autobuses cortaron un carril de la calzada mientras intentaban cazar un autobús.

Fracaso en la negociación

Mientras, la última ronda negociadora entre la empresa Metro de Madrid y el Sindicato de Conductores, convocante de los paros que afectan a 400.000 usuarios, acabó en un completo fracaso a primeras horas de la madrugada de ayer. Los maquinistas se negaron a aceptar la propuesta de la empresa, que ofreció una subida en cuatro años que "rondaría" las 200.000 pesetas (principal reivindicación de los trabajadores), pero a cambio de nueve puntos que suponían un incremento de la productividad y de que los conductores asuman nuevas tareas. Éstos llegaron a aceptar tres de esos puntos, por lo que fue imposible llegar a un pacto, después de casi siete horas de conversaciones.Tras este fracaso, los conductores celebraron ayer dos tumultuosas asambleas en las que refrendaron unánimemente las propuestas del comité de huelga. Éstas se centraban en el cumplimiento estricto de los paros programados (hoy y los días 14, 15, 16, 17 y 18 de enero) y la convocatoria de nuevos paros en dos turnos de tres horas (actualmente son de dos, de 6.30 a 8.30 y de 17.00 a 19.00) por un máximo de 15 días desde el 21 de enero.

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Los maquinistas reclaman ahora, además, que se anulen las 60 sanciones de ocho días de empleo y sueldo impuestas a otros tantos conductores por incumplir los servicios mínimos, que para ayer y hoy eran curiosamente un 10% inferiores a los fijados por el Consorcio Regional de Transportes para los días de Navidad. En cualquier caso, los mínimos no se cumplen, salvo por determinados trabajadores del turno de madrugada, que también hacen paros sin que afecten a los usuarios.

Los maquinistas hicieron además una advertencia: si hay un solo despido, la empresa tendrá que despedir a la totalidad de los 1.200 conductores y el paro será total. "Somos una piña", declaraban.

La reivindicación de los maquinistas se centra en un incremento de sus salarios brutos de 200.000 pesetas en cuatro plazos de 50.000 pesetas en los años 1990, 1991, 1992 y 1993. Abonarlas dos primeras entregas de esa cantidad le supondría a la empresa un incremento en sus gastos salariales de 120 millones de pesetas. La compañía Metro de Madrid recaudó el año pasado por el cobró de billetes, bonos y abonos más de 16.000 millones de pesetas, y este año, con la subida de las tarifas, recaudará aproximadamente 1.800 millones más. La compañía ha perdido ya 125 millones de pesetas por los paros. El resto de los trabajadores del Metro están a la espera de que la compañía ceda para subirse al carro.

Mediación de Trabajo

El director provincial de Trabajo, Mariano Baquedano, se ofreció ayer por escrito como mediador para acabar con la huelga. La empresa aceptó dicho ofrecimiento a primera hora de la mañana, mientras que los conductores lo hicieron por la tarde, a pesar de que en la asamblea de la mañana habían mostrado reticencias. A primeras horas de hoy está prevista una reunión en campo neutral (la sede de la Dirección Provincial de Trabajo).Mariano Baquedano fue el mediador que consiguió poner de acuerdo a patronal y trabajadores para acabar con el conflicto de huelga que los empleados de la limpieza de Madrid mantuvieron desde el 3 al 15 de abril del año pasado. Este paro afectó fundamentalmente al aeropuerto de Barajas y al Metro.

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