La apuesta del gas

El Ministerio de Industria quiere que el gas natural juegue un papel importante en la generación eléctrica a partir de 1995. Para ello debe asegurar, primero, el suministre de gas y, segundo, contar con centrales de cielo combinado que permitan utilizar gas. En ese sentido. se reconvertirán centrales de fue -caso de la de Sevillana en Huelva- y, se construirán otras.

Pero la apuesta por el gas natural no se esta produciendo sólo en España. En Francia, los planes son más anibiciosos En dicho país, en el que sobran nucleares, se trata de reconvertir centrales nucleares a ciclo comb...

El Ministerio de Industria quiere que el gas natural juegue un papel importante en la generación eléctrica a partir de 1995. Para ello debe asegurar, primero, el suministre de gas y, segundo, contar con centrales de cielo combinado que permitan utilizar gas. En ese sentido. se reconvertirán centrales de fue -caso de la de Sevillana en Huelva- y, se construirán otras.

Pero la apuesta por el gas natural no se esta produciendo sólo en España. En Francia, los planes son más anibiciosos En dicho país, en el que sobran nucleares, se trata de reconvertir centrales nucleares a ciclo combinado para utilizar gas, algo que ya se ha hecho en otros países con nucleares de tecnología francesa.

Por todo ello, el consumo del gas natural superará los 300 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) en el actual ámbito de la CE, según un estudio elaborado el pasado mes de julio por Bruselas y publicado por el diario francés Le Monde.

En la actualidad, el consumo es ligeramente superior a los 200 millones de tep (una tep equivale a 10.000 termias), y para 1995, la previsión, en su hipótesis más optimista, es de 250 millones, siendo la más pesimista de 225 millones de tep.

En el año 2000 la previsión es de 275 y 235 millones de tep en cada uno de los casos. Con las perspectivas de crecimiento de España, la previsión de 12 millones de tep, según fuentes oficiales, se van a quedar pequeñas.

En ese sentido, no hay que olvidar que el gas natural no ha tenido apenas desarrollo en España hasta hace pocos años, como lo demuestra su baja incidencia en la energía primaria, el 5,12%, cuando la media del resto de países es del 18%.