LA NUEVA EUROPA

Suecia decide incorporarse a la Comunidad Europea

El Parlamento de Suecia (Riksdag) aprobó ayer por amplia mayoría de votos solicitar el próximo año la integración en la Comunidad Europea (CE), pero sin renunciar a su neutralidad política. La histórica resolución aprobada señala que los suecos podrían estar dentro de la CE como miembros de pleno derecho en 1995. Los cuatro partidos principales, el Socialdemócrata (en el poder), el conservador Moderata, el liberal Folkparti y el Centro, votaron a favor del ingreso, y sólo se registraron en contra el voto de los comunistas y de los Verdes. Suecia ha mantenido tradicionalmente una posición de pa...

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El Parlamento de Suecia (Riksdag) aprobó ayer por amplia mayoría de votos solicitar el próximo año la integración en la Comunidad Europea (CE), pero sin renunciar a su neutralidad política. La histórica resolución aprobada señala que los suecos podrían estar dentro de la CE como miembros de pleno derecho en 1995. Los cuatro partidos principales, el Socialdemócrata (en el poder), el conservador Moderata, el liberal Folkparti y el Centro, votaron a favor del ingreso, y sólo se registraron en contra el voto de los comunistas y de los Verdes. Suecia ha mantenido tradicionalmente una posición de país no alineado.

La decisión adoptada por el Parlamento ha sido precipitada por el nuevo clima creado por el colapso del comunismo en Europa. Durante el debate parlamentario, muchos de los diputados que intervinieron señalaron que se trata de la decisión más importante adoptada por Suecia desde la II Guerra Mundial. De los 349 escaños con que cuenta la Cámara, 198 se pronunciaron a favor y 105 en contra. Hubo 26 abstenciones y 20 diputados estuvieron ausentes. Tan sólo las pequeñas formaciones políticas de la izquierda y los ecologistas mantienen su implacable oposición al ingreso en la CE.El voto mayoritario ha dado al primer ministro sueco, Ingvar Carlsson, un mandato para llamar a las puertas de la CE, probablemente en 1991, aunque el Gobierno no espera que se produzca la incorporación del país antes de finales de 1994 con efecto a principios de 1995.

El líder del Partido Conservador, Carl Bildt, dijo en el debate parlamentario: "La suerte está echada. Ahora ya no hay vuelta atras".

Suecia ha mantenido durante mucho tiempo una política exterior independiente y no alineada. En alguna ocasión se pronunció sobre la posibilidad de incorporarse a la Comunidad Europea, pero la posición de la mayoría del país fue siempre que ésto entraría en colisión con la neutralidad de la nación y conceptos casi sagrados matenidos durante décadas de Gobiernos socialdemócratas.

El colapso del comunismo en Europa ha coincidido con una fuerte caída en la competitividad de la industria sueca, fomentando la interrogante de contra quién debe mantener Suecia su neutralidad. El momento decisivo se produjo el pasado 26 de octubre. El primer ministro anunció que intentaría conseguir un mandato del Parlamento para solicitar el ingreso al poner de manifiesto la adopción de medidas en defensa de la corona sueca contra una posible devaluación.

La ministra de Comercio Anita Gradin, negó que la crisis económica haya forzado a los socialdemócratas a modificar su política sobre el tema comunitario. "Esto ha ocurrido", dijo, "como consecuencia de un cambio fundamental originado en la seguridad europea".

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La noticia había sido largamente esperada, pero a pesar de ello contribuyó a que influyese en el mercado de valores. Los intereses a corto plazo también experimentaron una caída.

La moción parlamentaria aprobada afirma: "Nuestro país solo puede tomar parte e influir en las decisiones de la Comunidad Europa como miembro de pleno derecho. El interés nacional de nuestro país está en su pertenenca a la CE, aunque manteniendo aun su neutralidad".

El diario Dagens Nyheter exponía en un editorial que resultaba lamentable que una decisión histórica como ésta fuese interpretada "como una reacción pasiva a los acontecimientos del mundo exterior en vez de como un paso consciente y confiado en el futuro".

Los empresarios suecos habían venido presionando a favor del ingreso en la CE con el fin de competir más eficazmente en el mercado internacional. La empresa fabricante de automóviles Volvo expresó bien el sentimiento negativo existente al anunciar que no haría inversiones significativas en Suecia. Citaba como causa la baja productividad y el alto nivel de los salarios.

Estado de bienestar

La ministra de Comercio ha prometido que Suecia conservará su Estado de bienestar, que proporciona un amplio y costoso sistema de beneficios sociales para los 8,5 millones de suecos.

La decisión adoptada ayer por el Parlamento pone de manifiesto la necesidad de alcanzar un pacto provisional, preferiblemente para principios de 1993, entre la CE y los seis países miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), a la cual pertenece Suecia.

Existe ahora la convicción de que el compromiso de Suecia respecto a la Comunidad Europea puede animar a los países de la EFTA y a los del Consejo Nórdico (Noruega y Finlandia) a seguir el mismo camino.

Durante el debate parlamentario de ayer, el líder verde, Per Gahrton, presentó gran número de leyes aprobadas por la Cámara durante los últimos diez años, las cuales, según él, "tendrán que modificarse en favor" de la CE.

Desde las elecciones de 1988, los 349 escaños del Parlamento se distribuyen entre 156 socialdemócratas, 21 comunistas y 20 verdes. La oposición se compone de 66 diputados conservadores, 44 liberales y 42 centristas.

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