Borrell asegura que el ahorro crece en España desde 1982

El ahorro global de la economía española no ha dejado de crecer desde el año 1982, según ha asegurado el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell. La tasa de ahorro total ha pasado así desde un 18,8% del producto interior bruto (PIB) en 1981 a un 22,7% del PIB el pasado año. La mayor parte de este aumento del ahorro corresponde al sector público. Un estudio de la Fundación FIES destaca que el aumento del ahorro público se ha hecho en España a costa de una disminución del ahorro de las familias. El ahorro total no cubre la inversión española desde mediados de 1987.

El ahorro global...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El ahorro global de la economía española no ha dejado de crecer desde el año 1982, según ha asegurado el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell. La tasa de ahorro total ha pasado así desde un 18,8% del producto interior bruto (PIB) en 1981 a un 22,7% del PIB el pasado año. La mayor parte de este aumento del ahorro corresponde al sector público. Un estudio de la Fundación FIES destaca que el aumento del ahorro público se ha hecho en España a costa de una disminución del ahorro de las familias. El ahorro total no cubre la inversión española desde mediados de 1987.

El ahorro global de la economía española alcanzó un punto máximo en 1973, al inicio de la primera crisis del petróleo. En ese momento inició una trayectoria descendente hasta el año 1983, cuando inició una suave recuperación. El peso de esa recuperación recae, principalmente, sobre el ahorro del sector público. Hasta 1985, según Borrell, el ahorro público tuvo una trayectoria descendente, y en ese año cayó un 11%, pero a partir de ese momento ha cambiado de tendencia para convertirse en el principal sostén del ahorro global. A juicio del secretario de Estado, "eso es lo que hay que hacer y esa es la tendencia que buscan todos los países occidentales".Sustitución

Un estudio de la fundación FIES, sin embargo, relaciona el crecimiento del ahorro público con una caída paralela del ahorro de las familias. Esa sustitución obedece principalmente, según el informe, al crecimiento de la presión fiscal.

El ahorro de las empresas, mientras, aumentó de forma apreciable desde 1982 a 1985. En ese trienio pasó de un 10% a un 13% del PIB, para estabilizarse después en ese nivel, a pesar del crecimiento de los beneficios empresariales. Con todo, el principal problema del ahorro en España es que desde mediados de 1987 es insuficiente para cubrir la inversión y que la diferencia entre la capacidad de financiación global de la economía española y su necesidad de financiación no ha dejado de aumentar.

Esta diferencia entre el ahorro y la inversión está siendo financiada con las entradas de dinero extranjero. El problema es que ese agujero, medido por el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, no puede aumentar indefinidamente. El análisis realizado por FIES afirma que "si el ahorro interno no se potencia, el ajuste debe provenir de la inversión, y ello podría representar el fin del proceso expansivo iniciado por la economía española a partir de 1986".

Archivado En