El Banco Central negocia varios acuerdos con la URSS para su grupo industrial y financiero

El Banco Central está negociando la consecución de un amplio acuerdo con la Unión Soviética que contempla contratos para participar en el desarrollo de diversos sectores productivos y en el financiero. Su presidente, Alfonso Escámez, dio un fuerte impulso a las conversaciones tras una reunión que mantuvo el pasado día 27 de octubre en Madrid con una delegación soviética encabezada por el viceprimer ministro, Lev Alexeiovitch Voronin.

Además de la creación de una sucursal bancaria en Moscú, varias empresas del grupo cuentan con proyectos avanzados: la Compañía Española de Petróleos (CEPS...

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El Banco Central está negociando la consecución de un amplio acuerdo con la Unión Soviética que contempla contratos para participar en el desarrollo de diversos sectores productivos y en el financiero. Su presidente, Alfonso Escámez, dio un fuerte impulso a las conversaciones tras una reunión que mantuvo el pasado día 27 de octubre en Madrid con una delegación soviética encabezada por el viceprimer ministro, Lev Alexeiovitch Voronin.

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Además de la creación de una sucursal bancaria en Moscú, varias empresas del grupo cuentan con proyectos avanzados: la Compañía Española de Petróleos (CEPSA), Dragados y Construcciones y Unión Naval de Levante, principalmente.Las negociaciones están centradas, básicamente, en la modernización de refinerías de petróleo, en la explotación de yacimientos de gas, en la ampliación de las instalaciones portuarias, en el desarrollo del sistema financiero y bancario y en operaciones de compensación en algunos sectores como carbón energético o residuos industriales.

El banco, en principio, ya ha decidido transformar su oficina de representación en sucursal bancaria, lo que le convertirá en el primero español en abrir en la URSS. El objetivo de la entidad presidida por Escámez es aprovecharse cuanto antes de los diversos proyectos industriales soviéticos, al tiempo que coordinar procesos de inversión de empresas españolas.

Según estos planteamientos, la compañía CEPSA tiene reservado un papel fundamental en la modernización del sector refinero, que comenzaría con tres plantas de la región del Volga. El objetivo planteado por Voronin es crear una empresa mixta en la que CEPSA se encargaría de aportar los equipos, la ingeniería y su conocimiento. No obstante, también se contempla la posibilidad de colaborar sin necesidad de crear una empresa mixta, de manera que el banco financiaría las obras de modernización y de aportación de equipos tecnológicos con créditos que amortizaría con los productos obtenidos en dichas refinerías.

La empresa refinera española también podría intervenir en operaciones de compensación con la recepción de un producto denominado condensado que no pueden procesar las refinerías soviéticas. Según los responsables de la compañía española, CEPSA puede tratarlo en sus instalaciones. Este producto se entregaría como pago de productos alimenticios suministrados por el grupo español. Asimismo, CEPSA recibiría contrapartidas si la Unión Naval de Levante (UNL) lograra el contrato para reparar buques. La petrolera, que también preside Escámez, se aprovecharía para transportar crudo en esos buques como parte del pago de esas reparaciones.

En gas natural, la delegación soviética ha propuesto al grupo Central participar en las inversiones para la puesta en marcha de explotaciones. Las inversiones que realizase el Central se amortizarían con los suministros de gas, que en principio adquiriría la empresa pública Enagas.

Dragados y Construcciones, por su parte, tiene bastante adelantadas las negociaciones para conseguir un contrato por el que recibiría el encargo de ampliar y mejorar las instalaciones de puertos soviéticos.

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