Nuevo arresto de Seineldín por saltarse la vía jerárquica y enviar una carta a Menem

Algo falló en los cálculos del coronel Mohamed Alí Seineldín. El lunes por la tarde se presentó en el Estado Mayor del Ejército de Tierra y le arrestaron nuevamente por 60 días por no respetar la vía jerárquica y dirigir una carta personal al presidente Carlos Menem, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Nadie tuvo en cuenta el tono dramático del texto ni las advertencias apocalípticas que había copiado casi textualmente a uno de sus teóricos favoritos, Francisco Franco.Sus desplazamientos a toda velocidad por el centro de Buenos Aires en un automóvil marca Ford, modelo Falcon colo...

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Algo falló en los cálculos del coronel Mohamed Alí Seineldín. El lunes por la tarde se presentó en el Estado Mayor del Ejército de Tierra y le arrestaron nuevamente por 60 días por no respetar la vía jerárquica y dirigir una carta personal al presidente Carlos Menem, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Nadie tuvo en cuenta el tono dramático del texto ni las advertencias apocalípticas que había copiado casi textualmente a uno de sus teóricos favoritos, Francisco Franco.Sus desplazamientos a toda velocidad por el centro de Buenos Aires en un automóvil marca Ford, modelo Falcon color verde, como los que usaban los comandos paramilitares durante la pasada dictadura, guiado por el mayor Hugo Abbate -uno de los oficiales que se sublevó junto con Seineldín en diciembre de 1988- fueron seguidos sólo por la caravana de periodistas. En la puerta de su casa, se agolparon menos de 50 personas para despedirle con una ovación cuando se marchó por la noche hasta el aeropuerto desde el que partió el avión que le llevaría al cuartel de la provincia de La Pampa, donde cumplirá su condena.

Algo falló: la supuesta multitud que debía rescatarlo del seguro castigo que le impondría el general Martín Bonnet, el jefe de Estado Mayor al que Seineldín acusa de no cumplir las promesas hechas por sus antecesores en el cargo a los oficiales castigados tras participar en los alzamientos.

Antes de partir hacia el que será seguramente su último destino militar mientras se decide su baja defintiva de las filas, Seineldín aseguró que se había hecho "responsable de todo" para ponerse de ese modo "al frente del sufrimiento de los hombres que han combatido conmigo en los montes tucumanos y en el Atlántico Sur y que, como pago a sus desvelos, recibieron el castigo del olvido y la separación de las filas de nuestro querido Ejército argentino".

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