EE UU reducirá su déficit fiscal en medio billón de dólares

Estados Unidos ha evitado verse sumido en la mayor crisis presupuestaria de su historia con un acuerdo de última hora entre la Casa Blanca y los líderes del Congreso para recortar el déficit del presupuesto en 500.000 millones de dólares en los próximos cinco años, después de meses de negociaciones.El acuerdo contempla una reducción de 50.000 millones de dólares en los desequilibrios entre ingresos y gastos para el ejercicio fiscal de 1991 que hoy comienza, sobre un presupuesto total que asciende a 1,3 billones de dólares.

El presidente norteamericáno, George Bush, que ayer abandonó pre...

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Estados Unidos ha evitado verse sumido en la mayor crisis presupuestaria de su historia con un acuerdo de última hora entre la Casa Blanca y los líderes del Congreso para recortar el déficit del presupuesto en 500.000 millones de dólares en los próximos cinco años, después de meses de negociaciones.El acuerdo contempla una reducción de 50.000 millones de dólares en los desequilibrios entre ingresos y gastos para el ejercicio fiscal de 1991 que hoy comienza, sobre un presupuesto total que asciende a 1,3 billones de dólares.

El presidente norteamericáno, George Bush, que ayer abandonó precipitadamente la cumbre de la infancia en Nueva York para trasladarse a Washington y anunciar el acuerdo, no ha conseguido arrancar de los demócratas la reducción que pretendía, del 28% al 17% en los impuestos sobre las plusvalías, concesión que formaba parte de su programa electoral, y ha tenido que aceptar una elevación de los impuestos indirectos, aunque no de la presión fiscal sobre los directos.

La oposición demócrata ha tenido que renunciar por su parte a uno de sus principios favoritos: el incremento de la presión fiscal que afecta a los norteamericanos más ricos.Caso de no haberse alcanzado el acuerdo antes de la medianoche de ayer, el hacha de la enmienda Gramm-Rudman-Hollings, introducida en 1985 para contener el déficit del gasto público acumulado durante los años de la Administración del presidente Ronald Reagan, hubiera entrado automáticamente en vigor con la paralización de la mayoría de los programas federales y el despido total o parcial de cerca de un millón de funcionarios gubernamentales, desde agentes del FBI a controladores aéreos.

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