LA CRISIS DEL GOLFO

Sadam elogia el plan de paz de Mitterrand

El presidente de Irak, Sadam Husein, aseguró ayer que está en contacto con el Gobierno francés para lanzar un nuevo llamamiento a Occidente hacia una solución diplomática del conflicto en el golfo Pérsico. En un discurso leído en la radio y la televisión por su portavoz oficial con motivo de la celebración del aniversario del nacimiento de Mahoma, Sadam instó a "un diálogo serio" y consideró que todavía se puede llegar a una solución pacífica -"no importa en qué puntos estemos o no de acuerdo"-. Elogió también el plan de paz expuesto por el presidente François Mitterrand en las Naciones Unidas...

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El presidente de Irak, Sadam Husein, aseguró ayer que está en contacto con el Gobierno francés para lanzar un nuevo llamamiento a Occidente hacia una solución diplomática del conflicto en el golfo Pérsico. En un discurso leído en la radio y la televisión por su portavoz oficial con motivo de la celebración del aniversario del nacimiento de Mahoma, Sadam instó a "un diálogo serio" y consideró que todavía se puede llegar a una solución pacífica -"no importa en qué puntos estemos o no de acuerdo"-. Elogió también el plan de paz expuesto por el presidente François Mitterrand en las Naciones Unidas hace una semana.

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El presidente de Irak manifestó que la propuesta de Mitterrand, presentada ante la Asamblea General de la ONU, en la que se aboga por una solución global y escalonada a todos los conflictos de Oriente Próximo tras la retirada iraquí de Kuwait y la repatriación de las fuerzas militares extranjeras en la región, "es diferente a las otras". En este sentido apuntó que, a pesar de las reservas que la propuesta francesa ha suscitado en Irak, puede suponer una alternativa viable a un conflicto bélico. Sadam, que también llamó a la guerra santa "contra los infieles" para recuperar los Santos Lugares, renovó en su alocución la propuesta de paz presentada el 12 de agosto en la que establece una conexión entre la crisis de Kuwait y la ocupación por tropas israelíes, desde 1967, de territorios palestinos.El presidente iraquí prefiere el diálogo a la confrontación, según dijo ayer. Pero estableció otra vez como condición imprescindible para cualquier negociación la retirada de tropas extranjeras de Arabia Saudí y el final del bloqueo comercial.

El discurso del presidente de Irak, al coincidir con el aniversario del nacimiento del profeta, estuvo acompañado en Bagdad con festivales y gran participación popular. Con muchas referencias religiosas y pasajes del Corán, Sadam lanzó fuertes ataques a los países árabes que se niegan a aceptar su visión del conflicto.La "provincia" de Kuwait

"Antes había dos líneas entre los árabes, la del demonio y la de la fe y la buena voluntad, pero no había una distinción muy clara entre ellas. Ahora, después de la ocupación por tropas extranjeras de lugares sagrados para los musulmanes de todo el mundo, esta distinción se ha hecho mucho más clara", dijo Sadam.

Aunque haya lanzado una propuesta de diálogo y negociación, Sadam Husein declaró que las Fuerzas Armadas iraquíes estarán dispuestas a defender la provincia de Kuwait" como defenderían cualquier otra provincia del país. Dijo que la internacionalización del conflicto es un hecho negativo para todos y subrayó que la única solución es la salida de las tropas extranjeras y el final del bloqueo a Irak.

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El presidente iraquí declaró que el embargo contra Irak no empezó el 2 de agosto (fecha de la invasión de Kuwait), sino antes. "Empezó en abril, cuando Irak presentó sus propuestas para solucionar la crisis en esta región", dijo. El presidente iraquí dedicó buena parte de su discurso a apoyar también la causa palestina. "Estos territorios deben regresar a sus legítimos dueños", manifestó.

Las palabras del presidente ocuparon casi 40 minutos de emisión radiotelevisada, con una pausa de cinco minutos para que los fieles pudieran rezar. Mientras hablaba el portavoz oficial, la televisión mostró una foto de Sadam Husein en actitud de orar, mirando hacia una mezquita sin identificar.

Anoche, Bagdad presentaba un aire festivo y no se asemejaba en nada a una ciudad próxima a un peligroso conflicto militar. Había muchas lamparitas de colores por las calles del centro, y los propios soldados se ocuparon durante todo el día en decorar cuarteles y edificios públicos.

Muchas personas acudieron a las mezquitas por la noche, cambiando otra vez la atmósfera de la ciudad, que en las últimas semanas había perdido un poco la tradicional animación en horas de temperaturas más agradables, propias de un otoño benigno.

La capital iraquí está virtualmente ocupada por fotografías, carteles y retratos de un solo personaje: el presidente Sadam Husein, retratado con trajes árabes, kurdos, como mariscal, como comandante en el campo de batalla, como turista, hablando por teléfono, con niños o viejos, probando la comida de una olla y hasta como símbolo de la justicia, con la balanza, la espada y los ojos muy abiertos.

El apoyo popular al líder iraquí parece muy grande. Aunque enfrenten dificultades crecientes por la falta de productos alimenticios fundamentales, los iraquíes no muestran ninguna señal de protesta en las largas colas frente a las panaderías. La gente habla de forma espontánea sobre su disposición a defender su país. Nadie cree que la guerra sea inminente. Muchos dicen que a los americanos les interesa solamente el petróleo de los jeques y que no estarían interesados en perder soldados en una causa ajena.

Bagdad transmite, sin embargo, una sensación de tensión y miedo, y todos los puntos estratégicos de Irak están ocupados por soldados y militantes del partido Baaz.

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