Cossiga pide al Parlamento italiano medidas especiales anti-Mafia

Ante el recrudecimiento de la criminalidad organizada, el presidente de la República, el democristiano Francesco Cossiga, haciendo uso de uno de los pocos poderes específicos que le concede la Constitución republicana, acaba de enviar una carta al Parlamento pidiendo "medidas extraordinarias políticas, administrativas y legislativas" en la lucha contra la Mafia. Cossiga está recibiendo numerosas críticas por los ataques que días atrás lanzó contra el ex alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, y los jesuitas del Centro Social Siciliano, considerados por la opinión pública como el grupo que más...

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Ante el recrudecimiento de la criminalidad organizada, el presidente de la República, el democristiano Francesco Cossiga, haciendo uso de uno de los pocos poderes específicos que le concede la Constitución republicana, acaba de enviar una carta al Parlamento pidiendo "medidas extraordinarias políticas, administrativas y legislativas" en la lucha contra la Mafia. Cossiga está recibiendo numerosas críticas por los ataques que días atrás lanzó contra el ex alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, y los jesuitas del Centro Social Siciliano, considerados por la opinión pública como el grupo que más se ha expuesto en la lucha antimafiosa.En su carta al Parlamento, Cossiga denuncia que "la unidad nacional se ve amenazada y agredida moralmente, y si no se pone remedio mañana, lo será también política e institucionalmente". Y pide una movilización moral de todas las fuerzas del país, civiles-, políticas y religiosas, en la lucha contra la Mafia.

Ayer se reunió el Parlamento en sesión conjunta para escuchar y analizar el mensaje del jefe del Estado y para decidir si concede o no mayores poderes al Gobierno en la guerra contra la criminalidad organizada. Si, por una parte, nadie ha negado razón al presidente de la República, por otra, muchos observadores se mostraron ayer escépticos, dudando que el problema pueda resolverse con un aumento de poderes del Gobierno. En realidad Cossiga da a entender que al igual que con un esfuerzo de "solidaridad nacional" fue posible acabar con el terrorismo político, también podría hacerse así con la Mafia. Pero el jesuita director del centro social de Palermo, padre Bartolomeo Sorge, le ha respondido señalando que el problema dela Mafia es muy distinto, porque, dijo, las Brigadas Rojas eran el anti-Estado, mientras que el drama de hoy es que la Mafia está en el Estado y no se puede tocar ni combatir sin poner en peligro al mismo Estado.

De hecho, en el Parlamento se insistió mucho ayer en que nada positivo ni eficaz se podrá hacer contra la Mafia mientras no exista una voluntad real de romper la connivencia entre política y criminalidad organizada.

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