Miles de manifestantes exigen en Moscú la dimisión del Gobierno

Decenas de miles de personas le reunieron ayer en la plaza de Maniezb, frente al Kremlin, para pedir la renuncia del Gobierno soviético, encabezado por el primer ministro, Nikolái Rizbkov, y apoyar el plan de reforma económica preparado por el grupo de Stanislav Shatalin. A pesar de la lluvia que ayer cayó durante todo el día sobre la capital soviética, se manifestaron unas 50.000 personas.

La manifestación fue encabezada por el alcalde de Moscú, Gavril Popov, y el vicealcalde, Serguéi Stankévich, marcharon desde el parque de Gorki hasta el Kremlin. Allí, a las columnas de manifesta...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Decenas de miles de personas le reunieron ayer en la plaza de Maniezb, frente al Kremlin, para pedir la renuncia del Gobierno soviético, encabezado por el primer ministro, Nikolái Rizbkov, y apoyar el plan de reforma económica preparado por el grupo de Stanislav Shatalin. A pesar de la lluvia que ayer cayó durante todo el día sobre la capital soviética, se manifestaron unas 50.000 personas.

La manifestación fue encabezada por el alcalde de Moscú, Gavril Popov, y el vicealcalde, Serguéi Stankévich, marcharon desde el parque de Gorki hasta el Kremlin. Allí, a las columnas de manifestantes se les unieron muchas personas que decidieron ir directamente a la plaza de Maniezh, donde se debía realizar el mitin con la participación de famosos políticos soviéticos.El acto estuvo organizado por una serie de organizaciones democráticas, como la Unión de Electores, Memorial, Rusia Democrática y el Grupo Interregional de Diputados. El objetivo de la manifestación era "protestar contra la situación económica, exigir que se tomen medidas inmediatas y drásticas para restablecer el orden, llamar a la unión de todas las fuerzas que están por una economía de mercado y mostrar el rechazo a la actividad del Gobierno central, que es el responsable directo de la crisis actual".

Los manifestantes llevaban pancartas principalmente contra Rizhkov y algunas también contra el presidente Mijaíl Gorbachov, a pesar de que la víspera el alcalde Popov se mostró contrario a usar el mitin para pedir la renuncia del máximo líder soviético. Ahora que Gorbachov ha dicho públicamente que prefiere el plan económico del grupo de Shatalin, muchos reformistas radicales ven en él a un aliado.

Punto crítico

"La situación ha llegado a un punto crítico, y la degradación es como una reacción en cadena desatada", dijo Gavril Popov al abrir el mitin frente a las murallas del Kremlin. El alcalde moscovita ironizó sobre el plan económico del Gobierno, diciendo que el programa "radical moderado" de éste significan "precios radicales con salarios moderados". Popov tuvo palabras muy duras para con el Gobierno, llegando a decir que "los que elaboraron el programa de Rizhkov beben vino a escondidas mientras agitan al pueblo para que beba agua". El Consejo de Ministros de la URSS "es el último reducto del partido comunista soviético en el poder", señaló.Nadie puede superar por sí solo la crisis actual, según el alcalde, para quien es fundamental que se conserve el bloque de "centro izquierda" encabezado por Gorbachov y el presidente del Parlamento ruso, Borís Yeltsin. Popov sostiene que para salir adelante se necesitan tres condiciones básicas: la unión de las fuerzas democráticas del país, la elección de un Gabinete que garantice el cumplimiento del Programa 500 Días, es decir el del grupo de Shatalin, y la renuncia de Rizhkov.

La víspera de la manifestación, Rizhkov apareció por la televisión y declaró que defendería su plan "radical moderado", como lo califica él y su principal autor, Leonid Abalkin. Para el Gobierno, la principal cualidad de este programa es su realismo. "Soy partidario de evitar el caos en todas sus formas. No debemos aplicar una terapia de choque, como ahora dicen, sino recorrer este camino hacia la economía de mercado de una forma paulatina", manifestó Rizhkov. La mayoría de los economistas, sin embargo, son partidarios del plan elaborado por el grupo de Shatalin, que a finales de julio se creó a iniciativa de Gorbachov y Yeltsin. Incluso el jefe de la comisión conciliadora, Abel Aganbeguián, abandonó por imposible la fusión del Programa 500 Días con el gubernamental y apoyó al primero. Este programa fue aprobado la semana pasada por la Federación Rusa.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En