Un técnico del juego del Gobierno vasco admite la existencia de irregularidades

El técnico del Departamento de Juego y Espectáculos del Gobierno vasco Alfredo Peña admitió ayer ante el juez la existencia de irregularidades administrativas en la tramitación de las licencias de máquinas tragaperras, pero las atribuyó a la pericia de las empresas operadoras (maquineros), negando así su implicación en la legalización fraudulenta de los permisos, según informó el ahogado de la acusación particular.

Peña no explicó por qué los responsables del departamento no tomaron medidas para evitar lo ocurrido. Los abogados de la acusación particular señalaron que la declaración...

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El técnico del Departamento de Juego y Espectáculos del Gobierno vasco Alfredo Peña admitió ayer ante el juez la existencia de irregularidades administrativas en la tramitación de las licencias de máquinas tragaperras, pero las atribuyó a la pericia de las empresas operadoras (maquineros), negando así su implicación en la legalización fraudulenta de los permisos, según informó el ahogado de la acusación particular.

Peña no explicó por qué los responsables del departamento no tomaron medidas para evitar lo ocurrido. Los abogados de la acusación particular señalaron que la declaración de Peña se contradice con la del director de Juego del Gobierno vasco.Alfredo Peña, que declaró ayer en el juzgado de Bilbao como testigo en el sumario abierto por el supuesto fraude en la concesión de licencias para máquinas tragaperras, afirmó ser un técnico del departamento y no subdirector de Juego.

Al término de la declaración de Alfredo Peña ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3, Ricardo García de la Prada, que se prolongó por espacio de tres horas y media, el abogado de la acusación, Carlos Alonso, señaló que había "serias contradicciones" con lo declarado a finales de mayo por el director de Juego y Espectáculos, José Joaquín Portuondo. Según Alonso, Peña aseguró ayer que el departamento devolvía las cartas de pago correspondientes a la licencia fiscal y a las tasas fiscales a las personas que solicitaban una licencia de máquina recreativa, mientras que Portuondo afirmó ante el juez que sólo se devolvían los certificados de las tasas fiscales.

El cómputo de las licencias fiscales tramitadas sería uno de los métodos para determinar con certeza el número de licencias de explotación de máquinas tragaperras aprobadas por el Departamento de Juego y Espectáculos del Ejecutivo autónomo, ya que las cifras presentadas por las haciendas forales no concuerdan con las del Gobierno vasco. "Ésta es una contradicción muy seria porque nos hace sospechar la posibilidad de que hayan hecho desaparecer esas licencias fiscales de los expedientes y de la completa documentación que, según Peña, existe en las dependencias del Departamento de Juego", apuntó el letrado Carlos Alonso.

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