Siria aboga porque Irak se retire de Kuwait y Occidente se vaya del Golfo

ENVIADA ESPECIAL"Irak debe retirarse de Kuwait", esta es la posición que defiende el periódico The Syria Time, y esa es la exacta postura del régimen de Damasco en la crisis del Golfo. En medios oficiales, ni siquiera se esconde cierta satisfacción por unos hechos que han venido a demostrar la maldad de su tradicional enemigo político. Con todo, el Gobierno sirio se muestra consciente del efecto que algunos truco, s retóricos de Sadam Husein pueden tener en su opinión pública, y da cabida en sus medios de comunicación a artículos favorables a la salida de las tropas extranjeras d...

ENVIADA ESPECIAL"Irak debe retirarse de Kuwait", esta es la posición que defiende el periódico The Syria Time, y esa es la exacta postura del régimen de Damasco en la crisis del Golfo. En medios oficiales, ni siquiera se esconde cierta satisfacción por unos hechos que han venido a demostrar la maldad de su tradicional enemigo político. Con todo, el Gobierno sirio se muestra consciente del efecto que algunos truco, s retóricos de Sadam Husein pueden tener en su opinión pública, y da cabida en sus medios de comunicación a artículos favorables a la salida de las tropas extranjeras de la zona, "una vez que las fuerzas árabes han llegado allí".

"La tarea de los norteamericanos y de otros ejércitos extranjeros ha concluido. Su salida ayudaría más que dificultaría una solución pacífica", escribe Isam Huseini. La idea es que sin soldados norteamericanos o británicos en Arabia Saudí, el presidente iraquí se quedaría sin el argumento de la amenaza infiel a los santos lugares del islam. Para los analistas sirios, tal razonamiento, de gran impacto en los sentimientos de los musulmanes, constituye una de las principales causas de la división árabe a la hora de condenar a Irak; por tanto, una vez eliminado, "los árabes podrían concentrarse en la invasión de Kuwait.

Discurso atractivo

No cabe duda de que el discurso panarabista y repetidamente islamista de Sadam resulta en potencia atractivo tanto para el sirio de la calle como para el egipcio o el argelino. Además, la secular rivalidad entre Bagdad y Damasco hace proclives a los descontentos internos de uno y otro régimen a buscar amparo en casa del enemigo. En estas circunstancias, los rumores no confirmados de supuestas manifestaciones proiraquíes en varias localidades fronterizas se difundieron con rapidez la semana pasada.

"¿Qué interés pueden tener los habitantes de Al Hasake y Deir el Sor en defender lo que está haciendo Irak cuando muchos de ellos trabajaban como emigrantes en Kuwait?", responde de forma interrogativa un funcionario sirio al ser preguntado por lo que ha sucedido en los últimos días. Medios diplomáticos europeos en Damasco se muestran escépticos respecto a las informaciones, y en todo caso dudan de que eventuales protestas hayan podido alcanzar tal grado de importancia.

"Es cierto que un sector de la población simpatiza con algunas ideas de Sadam, pero el aparato de seguridad del Estado hubiera acallado cualquier amago de manifestación antes de que se produjera", comenta una fuente. "De haber ocurrido algún incidente importante lo hubiéramos sabido enseguida".

Las calles de Damasco están tranquilas. No se percibe ningún síntoma de especial nerviosismo. "Han llamado a los reservistas del último reemplazo", comenta un residente extranjero.