50 heridos y tres detenidos tras intentar linchar a un 'ertzaina' y asaItar el Ayuntamiento de Bilbao

Un joven perdió ayer el ojo derecho por un pelotazo de goma y más de 50 personas -14 de ellas, ertzainas - resultaron heridas de diversa gravedad al cargar la policía autonómica vasca para evitar que un grupo de incontrolados fincharan y arrojaran a la ría a un ertzaina de paisano que presenciaba el homenaje a la ikurriña convocado por las comparsas para el día grande de las fiestas de Bilbao. Durante los incidentes posteriores, la Policía Municipal detuvo a tres personas que intentaban quitar la bandera española del balcón consistorial. Los manifestantes intentaron asaltar el edificio del Ayu...

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Un joven perdió ayer el ojo derecho por un pelotazo de goma y más de 50 personas -14 de ellas, ertzainas - resultaron heridas de diversa gravedad al cargar la policía autonómica vasca para evitar que un grupo de incontrolados fincharan y arrojaran a la ría a un ertzaina de paisano que presenciaba el homenaje a la ikurriña convocado por las comparsas para el día grande de las fiestas de Bilbao. Durante los incidentes posteriores, la Policía Municipal detuvo a tres personas que intentaban quitar la bandera española del balcón consistorial. Los manifestantes intentaron asaltar el edificio del Ayuntamiento bilbaíno.

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La brigada móvil de la Ertzaintza detuvo al joven guípuzcoano José Ramón A. A., de 22 años, alcanzado por una pelota de goma. Los incidentes comenzaron sobre las 8.30, minutos después de que cerca de un millar de personas elevaran con numerosos globos multicolores una enorme ikurriña que tapaba los mástiles donde posteriormente serían izadas las cuatro banderas: la provincial, la de Bilbao, la nacional y la vasca.Cuando la cabeza de la marcha festiva, presidida por la chupinera Itsaso Goti, comenzaba a abandonar la zona delantera del Ayuntamiento entre canciones y bailes, varias personas reconocieron entre la multitud a dos ertzainas que vestían de paisano.

No mediaron ni 30 segundo desde que se oyó el primer grito de "Ertzainas, txakurras (perros)" hasta que un grupo de manifestantes golpearon, pisotea ron y arrastraron por el suelo a uno de ellos, entre gritos de "a la ría, a la ría", mientras el otroconseguía huir.

"Soy 'ertzaina"

Repentinamente hicieron acto de presencia cuatro furgonetas de la brigada móvil de la Ertzaintza, conocidos popularmente como los beltzas (negros) por el color dio su uniforme, para disolver al grupo que pretendía linchar al policía.

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Una vez rescatado, el miembro de la policía autonómica vasca, con la cara un tanto desencajada, hinchada y pálida, confirmó entrecortado y con la documentación en la mano a este periodista: `Soy ertzaina y soy de Portugalete, y estaba aquí de fiestas". Asimismo, en otra parte del recinto festivo, otro ertzaina de paisano fue agredido mientras paseaba acompañado de unos amigos, según fuentes policiales. Ambos miembros de la policía autonómica vasca se encontraban ingresados a la hora de cerrar esta edición.

Miembros de paisano de la policía señalaron a un reportero gráfico que estaba desarrollando su labor convenientemente acreditado que se abstuviera de sacar fotos de los incidentes que se estaban desarrollando tras el intento de linchamiento de uno de los ertzainas de paisano. Finalmente, el fotógrafo pudo desempeñar su trabajo sin más amenazas, según -confirmó el propio reportero.

Tanto las 13 comparsas convocantes como la coalición abertzale Herri Batasuna (HB), que apoyaba el acto de homenaje a la enseña vasca, habían solicitado públicamente a las autoridades competentes que no enviaran a las inmediaciones del recinto festivo "fuerzas policiales ni elementos incontrolados".

La mecha del enfrentamiento estaba ya prendida y en el balcón de la casa consis.torial aún no había sido izada ninguna bandera. Efectivos de la brigada móvil lanzaron pelotas de goma para disolver a los manifestantes y tomaron posiciones en el puente del Ayuntamiento. Durante los primeros minutos reinó el desconcierto entre los asistentes al acto de homenaje.

Algunos miembros de las comparsas intentaron frenar la intervención policial mientras grupos de manifestantes comenzaban a arrojar piedras, botellas y diversos objetos contundentes contra los efectivos desplegados en el puente hasta hacerles retirarse.

Señales arrancadas

Sobre las 8.45 fueron izadas desde la balconada principal del Ayuntamiento las cuatro banderas. La reacción de los manifestantes no se hizo esperar. Al grito de "Ikurriña bal, española ez (La bandera vasca sí, la española no)", jóvenes provistos de palos, piedras y señales de tráfico que previamente habían siso arrancadas del suelo asaltaron la casa consistorial, produciendo desperfectos en las puertas principal y lateral del Ayuntamiento.

Varios manifestantes treparon por la fachada frontal del edi ficio con intención de arriar la enseña nacional, pero miembros de la Policía Municipal defendie ron las banderas provistos de porras y detuvieron a tres de lo que intentaban arrancarlas. El director de unidades territoriales de la Ertzaintza, Francisco Garay, señaló a este periódico mientras veía las imágenes de los sucesos, grabados en vídeo desde las siete de la mañana por policías apostados en lugares privilegiados del Ayuntamiento: "Hemos tenido que intervenir para que no le mataran, y, minutos después del asalto, el propio alcalde, José María Gorordo, ha solicitado nuestra presencia porque estaban destrozando el Ayuntamiento".

Francisco Garay aseguró que "de todas formas hay que agradecer la labor de las comparsas, que han ayudado bastante para que el tema no empeorase mas aún".

Desde las 8.45 hasta las once de la mañana, miembros de varías comparsas, junto con el concejal de HB Mikel Arizaleta, intentaron hablar con el alcalde y con el mando de la Ertzaintza. Ante la imposibilidad de entrevistarse, con las autoridades, trataron de apaciguar los ánimos de los manifestantes, que habían levantado barricadas e incendiado las instalaciones de varios urinarios públicos.

Tras una conversación con uno de los mandos, los comparseros consiguieron que los manifestantes cesaran la batalla campal acordonando la cabeza de la concentración. Mientras, los miembros de la policía vasca se retiraban del recinto festivo, situándose en su puerta de acceso. Tras una hora en la que se exigió por parte de los jóvenes y de las comparsas la puesta en libertad de los detenidos, la Ertzaintza se replegó, sin que se podujeran nuevos incidentes.

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