La muerte en directo
La osadía de Shevardnadze, el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, no tiene igual. Sólo él puede atreverse a firmar un comunicado conjunto con James Baker (EE UU) sobre la invasión iraqui de Kuwait. Yo creía que la nueva mentalidad, el nuevo pensamiento político, eran otra cosa, eran verdaderamente nuevos. Pero huele a viejo, a apostasía o a renuncia firmar ese comunicado conjunto y no incluir un párrafo que condene la invasión yanqui de Granada y de Panamá, la permanencia (en contra de la voluntad de Cuba) de las tropas estadounidenses en Guantánamo y la violación, durante años, por...
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La osadía de Shevardnadze, el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, no tiene igual. Sólo él puede atreverse a firmar un comunicado conjunto con James Baker (EE UU) sobre la invasión iraqui de Kuwait. Yo creía que la nueva mentalidad, el nuevo pensamiento político, eran otra cosa, eran verdaderamente nuevos. Pero huele a viejo, a apostasía o a renuncia firmar ese comunicado conjunto y no incluir un párrafo que condene la invasión yanqui de Granada y de Panamá, la permanencia (en contra de la voluntad de Cuba) de las tropas estadounidenses en Guantánamo y la violación, durante años, por EE UU, de la soberanía de Nicaragua.No me parece que sea ni edificante, ni ejemplar, ni moralizante para la comunidad internacional marchar de la mano de EE UU en un asunto que, siendo condenable, no debe aprovecharse para sembrar la confusión.
Y si alguien tiene dudas sobre el respeto de EE UU por las normas internacionales de convivencia y por la soberanía de los pueblos, ahí está el desembarco de marines en Liberia. Comunicados conjuntos de este tipo sólo consiguen afirmar la vocación de gendarme internacional de EE UU. Y para envalentonarlos, como la capitulación de Múnich estimuló a los nazis.
Creo que el pueblo soviético se merece otro ministro de Asuntos Exteriores.-