España vende material antidisturbios a Pakistán con un crédito para equipamiento hospitalario

El Consejo de Ministros del pasado 9 de marzo aprobó la concesión de un crédito de 30 millones de dólares (3.000 millones de pesetas) con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), para financiar "un proyecto de suministro de equipamiento hospitalario" destinado a Pakistán, según la nota oficial distribuida entonces por el Gobierno. Sin embargo, fuentes conocedoras de la operación han manifestado a EL PAÍS que sólo parte de¡ crédito, a un 3% de interés y con 12 años de amortización, servirá para equipamiento hospitalario, y con el resto se financiará la venta de material antidisturbios.
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El Consejo de Ministros del pasado 9 de marzo aprobó la concesión de un crédito de 30 millones de dólares (3.000 millones de pesetas) con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), para financiar "un proyecto de suministro de equipamiento hospitalario" destinado a Pakistán, según la nota oficial distribuida entonces por el Gobierno. Sin embargo, fuentes conocedoras de la operación han manifestado a EL PAÍS que sólo parte de¡ crédito, a un 3% de interés y con 12 años de amortización, servirá para equipamiento hospitalario, y con el resto se financiará la venta de material antidisturbios.

Pakistán, un país cuyas disputas con India a causa de la región de Cachemira podrían desembocar en cualquier momento en una guerra y cuyas tensiones internas han provocado recientemente la caída de su primera ministra Benazir Bhutto mediante una maniobra seudoconstitucional de la que ella responsabiliza a los militares, se ha convertido en objetivo prioritario de la industria militar española, que está a la búsqueda de nuevos mercados para superar su actual crisis. La aprobación del crédito fue un regalo del Gobierno para la entonces primera ministra paquistaní, que tenía previsto efectuar una visita oficial a España por aquellas fechas. Benazir Bhutto aplazó entonces su viaje, fijándolo provisionalmente para el próximo mes de septiembre, en que tenía previsto desplazarse a Nueva York, pero su' fulminante destitución a manos del presidente, Gulam Ishaq Jan, ha acabado por frustrar todos los planes.

Quien sí estuvo en España en mayo pasado, en una visita rodeada del mayor secreto, fue su ministro de Defensa, Ghulam Sarwar Cheema, uno de los hombres fuertes de las poderosas Fuerzas Armadas paquistaníes. Su visita coincidió con graves disturbios de la provincia de Sind, que se saldaron con más de un centenar de muertos y que marcaron el principio de la caída de Bhutto.

Visita a Cartagena

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La Embajada de Islamabad en Madrid ha confirmado a EL PAIS la visita de su ministro de Defensa, de la que no informaron ninguna de las dos partes, pero no ha querido revelar ningún detalle amparándose en su "carácter confidencial".

No obstante, este diario ha podido saber que Sarwar Cheema se entrevistó en Madrid con su homólogo español, Narcís Serra; con el secretario de Estado para la Defensa, Rafael de la Cruz, y con directivos de la empresa pública Defex, exportadora oficial de la industria armamentista española.

El ministro paquistaní se trasladó también a Cartagena (Murcia) para visitar la base de la Armada. Sarwar Cheema se mostró especialmente interesado por el mantenimiento de los submarinos españoles, ya que son del mismo tipo que los que tiene su país, los Agosta y Daphne, de fabricación francesa; así como por el proyecto español de construir cuatro nuevos sumergibles convencionales a finales de los noventa.

El Ministerio español de Defensa mantiene contactos con sus homólogos de la República Federal de Alemania (RFA), Francia, Holanda y el Reino Unido, encaminados a encontrar un socio tecnológico con el que afrontar el diseño y construcción de la nueva generación de submarinos. La decisión, prevista para junio pasado, ha sido pospuesta un año.

Fuentes militares d . estacaron la "comunalidad" de muchos de los equipos con que cuentan los dos países y que, además de los submarinos, incluye, por ejemplo, los carros de combate M-47 y M-48 norteamericanos o los cazas Mirage 3 franceses, que el Ejército del Aire español tiene en proceso de modernización. Ello facilita, según las mismas fuentes, la cooperación entre las respectivas industrias de Defensa.

La empresa Construcciones Aeronáuticas (CASA) envió recientemente a Pakistán su nuevo avión de transporte militar CN-235 para una exhibición ante las autoridades locales. Por su parte, la firma Forjas Extruidas (Forex), del grupo Unión de Explosivos Españoles (Ex-ERT), ha quedado finalista en un concurso internacional para el suministro a Pakistán de una planta llave en mano de forja de proyectiles por un valor aproximado de 5.000 millones de pesetas.

Estas operaciones se ven facilitadas por el decreto sobre exportación de material de defensa y tecnología de doble uso de 28 de mayo último, que incluyó a Pakistán en una reducida lista blanca de países a los que pueden venderse armas con menos trabas que al resto.

En dicha lista sólo figuran seis naciones que no pertenecen al Cocom, organismo auspiciado por Estados Unidos para evitar el trasvase de tecnología al Este: Finlandia, Austria, Suiza, Irlanda, Singapur y Pakistán. La inclusión de esos países en la lista se debe, según fuentes del departamento de Comercio, "a que aplican procedimientos homólogos a los del Cocom".

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