Cartas al director

Agravios comparativos

En 1980, la Embajada de España en Guatemala fue destruida e incendiada, pereciendo en su interior todos sus ocupantes, entre los que hay que mencionar al diplomático español Ruiz del Árbol. Máximo Cajal, otro diplomático español que se encontraba en la sede de la Embajada, fue el único que pudo salvar su vida. Se rompieron relaciones con dicho país para, años más tarde, volverlas a reanudar. El caso quedó ahí.Diez años más tarde de la masacre, acabo de leer un breve teletipo de la agencia Efe, hace pocas fechas, que decía que últimamente en dicho país aparecían cinco cadáveres diarios. Al pres...

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En 1980, la Embajada de España en Guatemala fue destruida e incendiada, pereciendo en su interior todos sus ocupantes, entre los que hay que mencionar al diplomático español Ruiz del Árbol. Máximo Cajal, otro diplomático español que se encontraba en la sede de la Embajada, fue el único que pudo salvar su vida. Se rompieron relaciones con dicho país para, años más tarde, volverlas a reanudar. El caso quedó ahí.Diez años más tarde de la masacre, acabo de leer un breve teletipo de la agencia Efe, hace pocas fechas, que decía que últimamente en dicho país aparecían cinco cadáveres diarios. Al presidente de dicho país, señor Vinicio Cerezo, una entidad universitaria con prestigio en España, como la Universidad Complutense de Madrid, le: dará como premio el honoris causa. Sin comentarios.

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En El Salvador, junto a los más de 70.000 muertos que ha habido a lo largo de esta década, cinco sacerdotes españoles fueron asesinados en noviembre pasado. Aparte de muchas palabras de condolencia, poco más se ha hecho.

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En Panamá, donde las embajadas de Nicaragua y Cuba fueron asaltadas, centenares de panameños murieron, barrios enteros, como El Chorrillo, quedaron destruidos; un periodista español, Juantxu, murió a manos de los libertadores-invasores, y, exceptuando los homenajes que se le han hecho, la familia tiene problemas para recibir una indemnización.

¿Por qué, en aquellos momentos, España no convocó a países de la CE, como se ha hecho ahora en contra de Cuba, Pienso que unas palabras, por mucho insulto que digan que sea y por mucha categoría que tenga el agraviado, no deberían valer más que la vida.

En países como Argentina o Venezuela, los supermercados y las tiendas fueron asaltados por personas que no habían recibido el llamado de ninguna ideología: el llamado era del estómago (aunque esto no parece considerarse derechos humanos en un continente como el latinoamericano, donde 40 de cada 100 latinoamericanos viven en la miseria).

Así que yo pediría, a los que se sienten tan preocupados por la vida de los cubanos, que les pregunten si les gustaría ir a países democráticos como Guatemala, Haití, Bolivia, Argentina o El Salvador.-

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