TRIBUNALES

Absuelto en Lérida, por falta de pruebas, el presunto violador de una débil mental

La Audiencia Provincial de Lérida ha absuelto, por falta de pruebas, a Juan Roberto Manonelles, de 21 años y vecino de Alcarràs (Lérida), de un delito de violación con fuerza supuestamente cometido en la persona de Ana María V. N., de 23 años, quien, según los informes médicos, padece transtornos psíquicos y una debilidad mental situada en una fase intermedia entre la oligofrenia ligera y la normalidad. El Tribunal considera que, con esta disminución psíquica, la víctima era capaz de conocer el significado y las consecuencias del acto sexual y de resistir una agresión.En la vista oral cele...

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La Audiencia Provincial de Lérida ha absuelto, por falta de pruebas, a Juan Roberto Manonelles, de 21 años y vecino de Alcarràs (Lérida), de un delito de violación con fuerza supuestamente cometido en la persona de Ana María V. N., de 23 años, quien, según los informes médicos, padece transtornos psíquicos y una debilidad mental situada en una fase intermedia entre la oligofrenia ligera y la normalidad. El Tribunal considera que, con esta disminución psíquica, la víctima era capaz de conocer el significado y las consecuencias del acto sexual y de resistir una agresión.En la vista oral celebrada el pasado viernes, el fiscal solicitó para el procesado 14 años de reclusión menor así como una indemnización de un millón y medio de pesetas para la víctima. El fiscal manifestó ayer que no descarta recurrir el fallo por entender que existen elementos suficientes para que el juez dictara una sentencia condenatoria.

Los hechos se produjeron la madrugada del día 21 de agosto de 1989 en un lugar no precisado de las afueras de Lérida, después de que Manonelles se ofreciera en una discoteca a acompañar a casa a Ana María, a la que había conocido hacía dos semanas. Una vez en el vehículo, y tras mediar algunas caricias y besos, ambos pasaron al asiento trasero del coche, donde el acusado supuestamente obligó a su acompañante a realizar el acto sexual. La denunciante sufrió el desgarro del himen, según certificó el forense que la examinó.

La sentencia hecha pública ayer señala que no ha quedado acreditado el uso de fuerza ni intimidación por parte de Manonelles. En cambio, admite que el acusado se aprovechó de la situación de inferioridad de la mujer, "la cual", añade la sentencia, "dada su debilidad mental y su frágil personalidad, no pudo acceder a la relación sexual en condiciones de normalidad volitiva plena, lo que, unido a la circunstancia de los dolores producidos durante el coito y la desfloración, pudo propiciar la angustia vivida por ella en los momentos posteriores a los hechos".

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