Entrevista en la colonia de Puerta de Hierro

El jefe de la diplomacia española, Francisco Fernández Ordóñez, tuvo un gesto inusual de cordialidad hacia su huésped marroquí, Abdelatif Filali, al recibirle a primera hora de la mañana en su chalé de Puerta de Hierro en lugar de en su despacho del ministerio. Mientras charlaban acompañados tan sólo por sus respectivos embajadores en Madrid y Rabat, Mari Paz, la esposa del ministro, les sirvió un café.Con esta deferencia Fernández Ordoñez quiso, según un colaborador suyo, quitar el mal sabor de boca que dejó a Filali la revelación hecha hace dos semanas por dos diarios -EL PAÍS...

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El jefe de la diplomacia española, Francisco Fernández Ordóñez, tuvo un gesto inusual de cordialidad hacia su huésped marroquí, Abdelatif Filali, al recibirle a primera hora de la mañana en su chalé de Puerta de Hierro en lugar de en su despacho del ministerio. Mientras charlaban acompañados tan sólo por sus respectivos embajadores en Madrid y Rabat, Mari Paz, la esposa del ministro, les sirvió un café.Con esta deferencia Fernández Ordoñez quiso, según un colaborador suyo, quitar el mal sabor de boca que dejó a Filali la revelación hecha hace dos semanas por dos diarios -EL PAÍS y La Vanguardia- de la existencia en Asuntos Exteriores de un topo marroquí que filtró a la Embajada de Marruecos en Madrid el texto del telegrama cifrado sobre la entrevista entre el ministro español y el número dos del Frente Polisario, Bachir Mustafá Sayed. Fernández Ordóñéz confirmó públicamente la existencia de este espía, mientras la Embajada de Marruecos lo desmentía y afirmaba que se trataba de una burda maniobra para enturbiar la relación bilateral.

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