Cartas al director

Oscurantismos

No puedo por menos de sentir asombro y vergüenza por la noticia publicadú el miércoles 23 de mayo sobre los 250 astrónomos españoles criticando a la astrología y los astrólogos, donde se nos tacha de "estafadores y fraudulentos".Tristemente, es cierto que hay personas que entran en esta categoría, pero garbanzos negros hay en todas las profesiones. Es aún más triste que un grupo de astrónomos, sin conocimiento de causa, critiquen lo que desconocen. Esto es como dar un salto atrás y retroceder a la época oscurantista de la Inquisición.

Recordemos a Galileo Galilei, que escapó de la hogue...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

No puedo por menos de sentir asombro y vergüenza por la noticia publicadú el miércoles 23 de mayo sobre los 250 astrónomos españoles criticando a la astrología y los astrólogos, donde se nos tacha de "estafadores y fraudulentos".Tristemente, es cierto que hay personas que entran en esta categoría, pero garbanzos negros hay en todas las profesiones. Es aún más triste que un grupo de astrónomos, sin conocimiento de causa, critiquen lo que desconocen. Esto es como dar un salto atrás y retroceder a la época oscurantista de la Inquisición.

Recordemos a Galileo Galilei, que escapó de la hoguera retractándose de una verdad absoluta.

Me consideran una persona veraz y respetable en mi campo. Si los astrónomos están convencidos de la falsedad de la astrología, ¿por qué el señor López Arroyo, director del Observatorio Astronómico de Madrid, se excusó ante cientos de testigos (oyentes) que escuchaban la radio a esa hora de darme su fecha y hora de nacimiento y ni tan siquiera su signo zodiacal, que yo necesitaba para demostrar lo equivocado de sus opiniones?

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Puedo dar nombres de cientíricos, por ejemplo Newton, Madame Capel-Bonte y un largo etcétera.

Invito a todos los Torquemadas siderales a un desafio para demostrar su inflexibilidad mental-medievalesca.

No hay que olvidar que quien mucho habla mucho yerra.

Archivado En