Altercados entre partidarios y detractores de Alfonso Guerra en un acto oficial en Sevilla

Partidarios y detractores del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, se enfrentaron ayer con insultos y empujones durante el acto simbólico del derribo del muro de la calle Torneo de Sevilla, pese a que el vicepresidente no asistió al acontecimiento, como se había especulado. La demolición del muro, concebida como un gesto de participación ciudadana, se convirtió en una sucesión de altercados, con abucheos, pitos y pancartas contra Guerra y la Expo 92. El alcalde, el socialista Manuel del Valle, acusó al Partido Andalucista (PA) de boicotear el evento.

La demolición del muro de la...

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Partidarios y detractores del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, se enfrentaron ayer con insultos y empujones durante el acto simbólico del derribo del muro de la calle Torneo de Sevilla, pese a que el vicepresidente no asistió al acontecimiento, como se había especulado. La demolición del muro, concebida como un gesto de participación ciudadana, se convirtió en una sucesión de altercados, con abucheos, pitos y pancartas contra Guerra y la Expo 92. El alcalde, el socialista Manuel del Valle, acusó al Partido Andalucista (PA) de boicotear el evento.

La demolición del muro de la calle del Torneo es una de las intervenciones urbanística más esperadas en Sevilla y supone la apertura del casco antiguo al río Gualdalquivir. La obras, con una inversión de 7.000 millones de pesetas, pretenden prolongar la calle hasta San Jerómino y construir un paseo fluvial a dos alturas. El muro tapaba la vía del tren hacia la estación de Plaza de Armas, que será destinada a uso cultural.La inauguración de las obras de la calle de Torneo, paralela a la Expo 92, concentró a varios colectivos reivindicativos y a escasos ciudadanos, a pesar de la convocatoria efectuada por el Ayuntamiento.

La asociación Andalucía por sí, liderada por el jornalero Francisco Casero, y la Federación de Asociaciones de Vecinos se anticiparon en una hora al acto oficial y fueron los primeros en romper los ladrillos, aunque la iniciativa fue interrumpida por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los integrantes del grupo se situaron con una pancarta en blanco que quería simbolizar la paz, según dijeron, en el lugar previsto por para el acto municipal.

También se concentraron en el punto elegido integrantes del Frente de Liberación Andaluz (FAL) quienes, provistos de pitos y trompetillas, increparon a todos los representantes del Ayuntamiento y de la Junta que iban apareciendo, calificándolos de "corruptos".

Los Verdes de Andalucía repartieron octavillas para denunciar la tala de "decenas de álamos" en el recinto de la Expo, y otro grupo de manifestantes se concentró bajo una pancarta en la que se leía "Guerra, granuja, fuera de La Cartuja", en señal de protesta contra la anunciada asistencia a los actos del vicepresidente.

El portavoz andalucista en el Ayuntamiento y diputado en el Congreso, Alejandro Rojas Marcos, atribuyó la ausencia de Guerra en el acto de demolición del muro a la presión que ha ejercido su partido, que presentó incluso una moción para que el municipio declarara como "incoveniente" su presencia. Según Rojas Marcos, "Guerra no se ha atrevido a venir".

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Por el contrario, el alcalde, señaló que la no asistencia responde a necesidades de agenda del vicepresidente: "Si viene, dicen que es un agravio, y si no viene, que es una derrota". Los enfrentamientos entre los diferentes grupos que se habían concentrado en lugar y una parte del público comenzaron en el momento en que el alcalde accionó la palanca para echar abajo el primer trozo de muro.

Varios manifestantes gritaron "Guerra fuera, chorizo", mientras que otro sector ensalzó al vicepresidente y abucheó a Rojas Marcos, al que catalogó de "traidor". Manuel del Valle intervino para acallar a los opositores a Rojas Marcos y, a partir de entonces, se produjo un confuso cruce de insultos y forcejeos en el que tuvo que intervenir la policía.

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