Estudio para disminuir el consumo de petróleo en la región para adaptarse a Europa

Madrid demanda demasiado petróleo. Un 53% de la energía consumida en la región es generada por derivados petrolíferos, el combustible más caro y el segundo más contaminante tras el carbón. La Comunidad de Madrid ha encargado un estudio para analizar las posibilidades de reducir el porcentaje al 40%, tal y como recomienda la Comunidad Europea. Para ello deberá potenciarse el consumo y producción de gas y electricidad aunque algunas compañías eléctricas dudan de que Gas-Madrid pueda aguantar un fuerte tirón de la demanda.Madrid es una gran consumidora energética. En 1988 gastó medio billó...

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Madrid demanda demasiado petróleo. Un 53% de la energía consumida en la región es generada por derivados petrolíferos, el combustible más caro y el segundo más contaminante tras el carbón. La Comunidad de Madrid ha encargado un estudio para analizar las posibilidades de reducir el porcentaje al 40%, tal y como recomienda la Comunidad Europea. Para ello deberá potenciarse el consumo y producción de gas y electricidad aunque algunas compañías eléctricas dudan de que Gas-Madrid pueda aguantar un fuerte tirón de la demanda.Madrid es una gran consumidora energética. En 1988 gastó medio billón de pesetas en la adquisición de cinco millones de toneladas de petróleo. Un balance que choca con su nula capacidad de producción. En la región sólo existen dos saltos hidráulicos.

Energías contaminantes

Pero lo que empieza a preocupar a los responsables regionales es el excesivo consumo de los derivados del petróleo (representan el 53% de la energía consumida en la región) y de combustibles sólidos como el carbón (el 9%). El porcentaje de consumo de estas energías, las más contaminantes, es excesivamente alto comparado con las directrices establecidas por la CE. El uso de carbón para el consumo doméstico está casi abolido en Europa.Según Carlos López, gerente de la Sociedad de la Energía de la Región de Madrid (Sermasa), empresa dependiente de la Comunidad, "es necesario diversificar el consumo". "No se trata de ahorrar, sino de avanzar tecnológicamente y consumir más inteligentemente. Por ejemplo, es necesario convencer a la población de que los sistemas centralizados de calefacción cuestan menos y son tan eficaces como los individuales".

La demanda energética en Madrid es también singular. El transporte necesita para funcionar el 40% de la energía consumida en la región. Las viviendas y los servicios se llevan el 36% las industrias se conforman con el 23%.

Sermasa está también realizando varios experimentos con energías alternativas que en Madrid tienen una presencia testimonial. "Se están realizando sondeos junto a la carretera de Colmenar donde existen bolsas de agua caliente que podrían ser utilizables para la calefacción de residencias de ancianos y edificios públicos de la zona", explica.

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