La derecha pierde votos en las municipales de la RDA

Las primeras proyecciones sobre las elecciones municipales en la República Democrática Alemana ofrecían pocas variantes sobre los resultados de las elecciones generales de hace siete semanas, con la excepción de un descenso de la participación y de una pérdida de más de nueve puntos de la coalición conservadora, que, sin embargo, retiene la mayoría. Menos de un 78% de los ciudadanos acudió ayer a votar en contra del más del 93% que acudió el 18 de marzo. El descenso de la Alianza por Alemania (CDU, DSU y DA) no se correspondió con una subida de la socialdemocracia. Asimismo, la Alianza 90, el ...

Las primeras proyecciones sobre las elecciones municipales en la República Democrática Alemana ofrecían pocas variantes sobre los resultados de las elecciones generales de hace siete semanas, con la excepción de un descenso de la participación y de una pérdida de más de nueve puntos de la coalición conservadora, que, sin embargo, retiene la mayoría. Menos de un 78% de los ciudadanos acudió ayer a votar en contra del más del 93% que acudió el 18 de marzo. El descenso de la Alianza por Alemania (CDU, DSU y DA) no se correspondió con una subida de la socialdemocracia. Asimismo, la Alianza 90, el grupo que incluye a Nuevo Foro, fracasó al no alcanzar más de un 4% tras los primeros cómputos de votos.

Las elecciones de ayer, siempre según las primeras proyecciones del instituto de opinión INFAS, confirmaron la tendencia por regiones que ya se apuntaba en las elecciones generales. Berlín Oriental hizo honor a su fama de ciudad roja. El S PD obtuvo un 34%; los comunistas renovados del PDS, un 29%; Alianza 90, un 10%, mientras que la CDU no llegaba al 18%.En el sur del país, al contrario, los votantes confirmaron su tendencia conservadora. En Sajonia, donde se encuentran tanto Dresde como Leipzig, la Alianza por Alemania, de haberse realizado elecciones al Parlamento regional, hubiera contado con la mayoría absoluta. Los democristianos obtuvieron, según las primeras proyecciones, un 44%, mientras que la Unión Social Alemana (DSU), muy cercana a la CSU de Baviera, y el más radical de los partidos conservadores, obtuvo un 8%. Los socialdemócratas tuvieron que conformarse con un raquítico 16%, mientras que el PDS de Gregor Gysi obtenía un 10%.

Sin embargo, en la ciudad de Leipzig, la segunda en importancia de la RDA, el SPD se alzó con la victoria, mientras que la CDU perdió más de siete puntos.

La sorpresa, si es que puede hablarse de alguna, la proporcionó la Federación Liberal, que obtuvo casi un 7%, dos puntos más que en las generales. Por su parte, los comunistas renovados del PDS se confirman como el auténtico partido de la oposición, a pesar de bajar más de dos puntos con respecto a las generales. Sin embargo, lo más significativo e3 el nuevo y tal vez definitivo fracaso de la Alianza 90, la federación de partidos, entre ellos Nuevo Foro y Democracia Ahora, los dos grupos que llevaron el peso de la revolución pacífica que el pasado otoño acabó con el régimen neoestalinista de Erich Honecker.

Estos intelectuales, en otros tiempo niños protestones, pero tolerados, del régimen, habían centrado todas sus esperanzas en las elecciones municipales, arguyendo que la elecciones generales se habían convertido en un plebiscito sobre la unidad alemana y, que habían sido tomadas al asalto por las fuerzas de los grandes partidos políticos de Bonn. Para imponerse en los ayuntamientos contaban con numerosos líderes políticos locales que se habían señalado durante los duros tiempos antes de la caída del régimen organizando las manifestaciones que acabron con el mismo.

Desciende la participación

El descenso de la participación, casi un 15% con respecto a las generales; de marzo, hay que atribuirlo al cansancio político y a la poco brillante campaña electoral que en esta ocasión han realizado los partidos. La ausencia de la ayuda masiva de sus hermanos mayores de Bonn, mas preocupados ahora en otros menesteres, se ha notado ciertamente en las calles de la RDA, pero también la sensación de los ciudadanos de que sus problemas actuales no dependen de los ayuntamientos, sino de lo que se decida en Bonn. Hacia mediodía la afluencia a las urnas se situaba un 30% por debajo de las anteriores elecciones. El día veraniego que lució en toda Alemania parecía tener la culpa. Sin embargo, cuando a las seis de la tarde se cerraron las urnas, el índice de participación se acercaba al 80%.

El desgaste del partido mayoritario de la gran coalición que gobierna en Berlín Oriental ha sido notable, casi cuatro puntos, pero el olfato político del canciller Kohl parece haberle salvado de una catástrofe El anuncio, hace una semana de que a los alemanes orienta les se les cambiarían sus devaluados marcos a la par por los poderosos marcos occidentales, así como la posterior jugada de aumentar la cantidad de ahorros que los mayores de 60 años podrán cambiar a la par -el típico mecanismo utilizado ampliamente por muchos partidos en el poder de aumentar las pensiones poco antes de las citas electorales- ha tenido su efecto en los electores. Pero los socialdemócratas tampoco han podido beneficiarse del bajón de la CDU, lo que viene también a demostrar que se les ímplica igualmente en la gestión del Gobierno.

Los resultados definitivos, sin embargo, no se conocerán hasta la tarde de hoy o a primeras horas de mañana.

Las elecciones de ayer se celebraron un año menos un día después de que el viejo régimen organizara un simulacro electoral, en el que los comunistas, entonces llamados Partido Socialista Unificado (SED), obtuvieron un 98% de los votos. Aquellos comicios fueron la gota de agua que desbordó el vaso de la paciencia de los ciudadanos de la RDA.