Desmantelada una organización que vendía a camioneros falsas licencias de transporte

La policía ha desarticulado una organización que se dedicaba a vender tarjetas falsificadas de transporte de mercancías. Han sido detenidas cuatro personas, entre ellas un gestor y un administrativo del Ministerio de Transportes. Este ha sido señalado por los otros arrestados como el hombre que se encargaba de abastecerles de los citados documentos. Los afectados, cuyo número puede ser bastante elevado, tendrán que parar sus camiones, debido a que la licencia con la que ahora trabajan no tiene ningún valor.

La Comunidad de Madrid descubrió a fines de 1989 la existencia de un número inde...

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La policía ha desarticulado una organización que se dedicaba a vender tarjetas falsificadas de transporte de mercancías. Han sido detenidas cuatro personas, entre ellas un gestor y un administrativo del Ministerio de Transportes. Este ha sido señalado por los otros arrestados como el hombre que se encargaba de abastecerles de los citados documentos. Los afectados, cuyo número puede ser bastante elevado, tendrán que parar sus camiones, debido a que la licencia con la que ahora trabajan no tiene ningún valor.

La Comunidad de Madrid descubrió a fines de 1989 la existencia de un número indeterminado de tarjetas de transporte falsificadas, ya que el número que figuraba en las mismas no estaba registrado en los organismos correspondientes. El Grupo Octavo de la Brigada Judicial de Madrid comenzó hace meses las investigaciones que culminaron ayer con la detención de cuatro supuestos implicados.El taxista Jesús Ortiz López, de 42 años; el funcionario Francisco Javier Baena Rojas, de 31; el gestor Blas Merinero Esteban, de 52, y Cándido Sánchez Abad, de 58, están acusados de formar parte de la red.

Las pesquisas empezaron cuando algunos camioneros acudieron a renovar su tarjeta de transporte ante los organismos regionales y descubrieron que habían sido engañados, puesto que tales tarjetas eran falsas aunque confeccionadas sobre papel auténtico.

La policía averiguó que las tarjetas oficiales se fabrican en una imprenta de Lérida, desde donde son trasladadas a Madrid bajo estrictos controles. Después de estudiar todo el proceso, se llegó a la conclusión de que tenía que haber un topo (un infiltrado) en el Ministerio de Transportes, el cual estaría encargado de suministrar los documentos.

La policía localizó a varios camioneros que declararon que las tarjetas se las había facilitado Jesús Ortiz López, que en alguna ocasión les entregó una cartulina en la que figura su nombre y la inscripción "Jefatura Provincial de Tráfico". Los perjudicados dijeron que conocieron a Ortiz a través de Cándido Sánchez Abad, el cual solía captar a los clientes en los alrededores de la plaza de Legazpi, donde se reúnen a diario numerosos transportistas.

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Un millón y medio

Entre los damnificados hay pequeños transportistas de Madrid, Andalucía, Ciudad Real y Toledo. Cada uno pagó un millón y medio por una licencia definitiva. Uno de ellos, que efectúa portes por encargo de una fábrica de vinos de Madrid, abonó dos millones y medio por dos licencias. También hay un vecino de Almorox (Toledo) que, tras ser suspendido en los exámenes de conducción, pagó 300.000 pesetas por un falso permiso temporal de conducir.

Los camioneros localizados han denunciado una estafa conjunta de unos 20 millones, aunque hay otros muchos que aún no se han enterado de que están ejerciendo su profesión avalados por un documento que en realidad es papel mojado.

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