Familiares de un joven secuestrado y asesinado intentan agredir al acusado
La madre y la hermana de José Estadella, un joven de 23 años secuestrado y asesinado en enero de 1989 en Hospitalet de Llobregat, intentaron agredir al acusado del crimen, Manuel Estévez, después de que éste reconociera los hechos ante la Audiencia de Barcelona. El procesado manifestó que planeó el secuestro y el asesinato para obtener un rescate de 150 millones de pesetas.
El acusado explicó detalladamente cómo acabó con la vida de Estadella, al que conocía por regentar un restaurante que había frecuentado mientras vivía en I'Hospitalet. Estévez planeó el crimen en diciembre de 198...
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La madre y la hermana de José Estadella, un joven de 23 años secuestrado y asesinado en enero de 1989 en Hospitalet de Llobregat, intentaron agredir al acusado del crimen, Manuel Estévez, después de que éste reconociera los hechos ante la Audiencia de Barcelona. El procesado manifestó que planeó el secuestro y el asesinato para obtener un rescate de 150 millones de pesetas.
El acusado explicó detalladamente cómo acabó con la vida de Estadella, al que conocía por regentar un restaurante que había frecuentado mientras vivía en I'Hospitalet. Estévez planeó el crimen en diciembre de 1988 en Motril (Granada), donde se trasladó a vivir desde I'Hospitalet al quedarse sin empleo.El 17 de enero de 1989 se trasladó en su vehículo hasta Barcelona y cavó una fosa en un estercolero del término municipal de San Quirze del Vallès. Al día siguiente salió al encuentro del joven, que siempre hacía el mismo recorrido en su vehículo desde su domicilio al restaurante. El joven paró el vehículo al reconocer a Estévez y éste, una vez en el interior del coche, le apuntó con la escopeta, le obligó a dirigirse hacia el estercolero y le indicó que se bajara. El procesado explicó al tribunal que entonces le apuntó a la cabeza y disparó. "Si no le mataba, a mí me cogerían, tenía que quitarle la vida", añadió.
A continuación, introdujo el cuerpo del joven en la fosa que ya había excavado en el estercolero, lugar escogido porque ocultaría el olor de la putrefacción de cuerpo. Estévez, que no perdió la serenidad en ningún momento afirmó con naturalidad, que "cuesta pensar que vas a matar a alguien, pero yo quería el dinero".
Siguiendo el plan concebido, regresó a Motril y se puso en contacto con la familia de la víctima, exigiendo el pago de 150 millones de pesetas. Estévez no tuvo conocimiento de que el cuerpo del joven había sido hallado una semana después de su desaparición y prosiguió las negociaciones del rescate, que rebajó a 30 millones de pesetas. El acusado fue detenido en Valencia, lugar en el que se tenía que efectuar la entrega del rescate.
El fiscal solicitó 47 años de prisión, mientras que el defensor, el letrado Javier Nart, hasta hace poco fiscal del programa de TVE Tribunal Popular, pidió que la pena se estableciera en 26 años.