Sola por el SIDA.

Montserrat Sierra, infectada por el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), acudió ayer a clase en un colegio de Málaga, después de que una juez ordenara su inmediata escolarización. La pequeña, de cuatro años, había abandonado el centro a principio de curso ante las coacciones de los padres de sus compañeros, temerosos de que Montserrat pudiese contagiar la enfermedad. El virus causante del SIDA sólo se transmite por las relaciones sexuales y por la sangre. La niña siguió ayer sus clases en soledad, ya que ningún alumno la acompañó en el aula. Sólo 26 niños -de los 200 con l...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Montserrat Sierra, infectada por el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), acudió ayer a clase en un colegio de Málaga, después de que una juez ordenara su inmediata escolarización. La pequeña, de cuatro años, había abandonado el centro a principio de curso ante las coacciones de los padres de sus compañeros, temerosos de que Montserrat pudiese contagiar la enfermedad. El virus causante del SIDA sólo se transmite por las relaciones sexuales y por la sangre. La niña siguió ayer sus clases en soledad, ya que ningún alumno la acompañó en el aula. Sólo 26 niños -de los 200 con los que cuenta el centro- fueron al colegio. En la fotografía, Montserrat -a la derecha- entra a la escuela, acompañada de su prima, bajo vigilancia policial. La niña es hija de una heroinómana que la infectó tras pincharle con una aguja.

Página 33

Archivado En