Gómez-Navarro reconoce en el Congreso el fracaso del plan de saneamiento

Javier Gómez-Navarro, secretario de Estado para el Deporte, reconoció ayer, ante la Comisión de Educación y Cultura del Congreso de los Diputados, el fracaso del plan de saneamiento del fútbol. Cifró las deudas de los clubes, según la última auditoría del pasado año, en 30.000 millones de pesetas, mientras la patronal de los clubes, por el contrario, considera que son 24.000.Gómez-Navarro afirmó que el plan no ha cumplido los fines previstos y que está "a punto de ser enterrado". Además, recordó que este convenio "se vino abajo nada más firmarlo porque las quinielas redujeron sus ingresos de t...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Javier Gómez-Navarro, secretario de Estado para el Deporte, reconoció ayer, ante la Comisión de Educación y Cultura del Congreso de los Diputados, el fracaso del plan de saneamiento del fútbol. Cifró las deudas de los clubes, según la última auditoría del pasado año, en 30.000 millones de pesetas, mientras la patronal de los clubes, por el contrario, considera que son 24.000.Gómez-Navarro afirmó que el plan no ha cumplido los fines previstos y que está "a punto de ser enterrado". Además, recordó que este convenio "se vino abajo nada más firmarlo porque las quinielas redujeron sus ingresos de tal forma que imposibilitaron su cumplimiento". Las apuestas ingresaban entonces 1.800 millones de pesetas por jornada, de los que el 2,5% se destinaban al pago de las deudas. Pero sus recaudaciones bajaron a 500 por jornada en la temporada siguiente, con lo que fue imposible cumplir las previsiones. "El descenso de los ingresos fue tan brutal que no permitió siquiera pagar las deudas renegociadas en 1985 con Hacienda y el Banco Hipotecario", añadió Gómez Navarro.

El secretario de Estado para el Deporte indicó: "El acuerdo fue un documento de buenas intenciones sin el rango jurídico necesario para poder ser ejecutivo y con él no eran posibles aplicar medidas sancionadoras". Puso el ejemplo de Silvio Berlusconi y el Milán y especificó que, si el equipo italiano pierde 2.000 o 3.000 millones de pesetas al año, "es un problema que no atañe a las competencias del Estado" y expuso que lo que la ley pretende es dejar bien claro "quién tiene que hacer frente a esos pasivos o deudas que el fútbol tiene".

Gómez-Navarro recordó que tuvo una reunión sobre este asunto con Antonio Baró, presidente de la LFP, y que la aportación del CSD para paliar la deuda será del 7,5% del dinero de las quinielas.

Archivado En