Detenido el conserje de una joyería por robar alhajas por valor de 50 millones

Juan Alfonso de Andrés Triguero, de 36 años, ha sido detenido por la policía acusado de robar alhajas valoradas en unos 50 millones de pesetas en la sede central de IC Joyeros, situada en calle de Velázquez, número 30, en la que trabajaba como conserje y vigilante, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. Su esposa, Margarita Borrallo Pérez, de 47 años, ha sido también detenida acusada de vender las joyas a los trabajadores de la clínica Ruber, en la que estaba empleada.Inspectores de la Brigada de Policía Judicial iniciaron sus pesquisas a raíz de una denuncia presentada en la comi...

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Juan Alfonso de Andrés Triguero, de 36 años, ha sido detenido por la policía acusado de robar alhajas valoradas en unos 50 millones de pesetas en la sede central de IC Joyeros, situada en calle de Velázquez, número 30, en la que trabajaba como conserje y vigilante, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. Su esposa, Margarita Borrallo Pérez, de 47 años, ha sido también detenida acusada de vender las joyas a los trabajadores de la clínica Ruber, en la que estaba empleada.Inspectores de la Brigada de Policía Judicial iniciaron sus pesquisas a raíz de una denuncia presentada en la comisaría de Buenavista por IC Joyeros, propiedad de Guillermo Cuadrado.

Los funcionarios pudieron comprobar que desde 1988. De Andrés se apoderaba periódicamente de algunas joyas. Este sistema de robo hizo que los dueños de la joyería no se percataran de inmediato de las sustracciones. Éstas se hicieron especialmente patentes a partir de septiembre pasado, ya que el conserje comenzó a robar a "manos llenas al ver que nadie lo descubría", según Antonio Vázquez, director comercial de IC. "Masacraba el dinero, porque un reloj valorado en dos millones lo vendió a 300.000 pesetas y en tres plazos", añade.

En el domicilio de los detenidos se decomisaron un reloj de oro y brillantes (tasado en tres millones de pesetas) y un cuaderno de contabilidad de la venta de las joyas, que refleja un saldo de 10 millones, según la policía. La joyería ha recuperado ya joyas valoradas en 12 millones de pesetas gracias a dicho libro.

Vázquez ha señalado que el vigilante era "de la máxima confianza". La pista que puso a los joyeros sobre De Andrés la facilitó una clienta que dijo a un representante de la empresa "que era cliente de la mujer del conserje".

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