El asesino del líder izquierdista colombiano Jaramillo tiene 15 años y cobró 90.000 pesetas

Andrés Gutiérrez, el asesino del líder izquierdista colombiano Bernardo Jaramillo, tiene 15 años (y no 21, como se dijo inicialmente) y cobró 300.000 pesos (menos de 90.000 pesetas) por el crimen que ha sumido a su país en la rabia y el estupor. Jaramillo fue enterrado ayer en su ciudad natal, Manizales.

"En Colombia no hay Quijotes porque hay sicarios. Es necesario que dejen de existir los sicarios para que vuelvan a existir Quijotes como Bernardo Jaramillo Ossa". Esto dijo Diego Montaña, presidente de la Unión Patriótica (UP), al decir adiós al candidato a la presidencia de su movimie...

Andrés Gutiérrez, el asesino del líder izquierdista colombiano Bernardo Jaramillo, tiene 15 años (y no 21, como se dijo inicialmente) y cobró 300.000 pesos (menos de 90.000 pesetas) por el crimen que ha sumido a su país en la rabia y el estupor. Jaramillo fue enterrado ayer en su ciudad natal, Manizales.

"En Colombia no hay Quijotes porque hay sicarios. Es necesario que dejen de existir los sicarios para que vuelvan a existir Quijotes como Bernardo Jaramillo Ossa". Esto dijo Diego Montaña, presidente de la Unión Patriótica (UP), al decir adiós al candidato a la presidencia de su movimiento asesinado el pasado jueves en Bogotá. Ayer Manizales, donde hace 35 años nació Bernardo Jaramillo, rindió el más bello y sentido homenaje que se pueda brindar a un hijo y a un líder.A pesar del torrencial aguacero, decenas de miles de personas acompañaron, en una marcha que duró más de cuatro horas, el féretro que fue llevado en hombros desde la catedral, en el centro, hasta el camposanto de los jardines de la Esperanza, en las afueras de la ciudad. Fue una marcha acompañada de canciones, de consignas, de batir de banderas.

El único momento tenso se vivió cuando en medio de una lluvia de claveles rojos se dio sepultura al joven dirigente sacrificado. Al grito de "el pueblo unido jamás será vencido", y alzando los puños y batiendo pañuelos. blancos, muchos trataron de romper el cerco montado alrededor de la tumba para dar de cerca el último adiós a su líder.

[El ministro colombiano del Interior, Carlos Lemos, anunció ayer su dimisión, como reproche a Virgillo Barco por su falta de apoyo, informa France Presse. Lemos ha sido puesto en entredicho por unas declaraciones previas al asesinato de Jaramillo en las que acusó a la UP de ser "brazo político" de la guerrilla FARC].

¿Quién lo contrató?

¿Quién contrató a un niño, que aún no había cumplido los 16 años, para que asesinara a Jaramillo por apenas 90.000 pesetas? Tras barajarse todo tipo de conjeturas, puede ser cierto lo que asegura Diego Montaña. Él cree que detrás de este crimen está Fidel Castaño, narcotraficante y terrateniente que no obedece las órdenes de Pablo Escobar, que se reconoce como aguerrido anticomunista y que se pasea libremente por los cuarteles militares del noroeste colombiano. En esta región han ocurrido gran parte de las matanzas de la guerra sucia.

Lo cierto hasta ahora es que esta dolorosa muerte ha desprestigiado como nunca al Gobierno de Virgillo Barco. A tal nivel ha llegado la mala imagen que el país creyó más en una carta con firma y huella del jefe del más grande cártel del narcotráfico, Pablo Escobar, que en los organismos de seguridad del Estado.

Ayer, los miles de personas que colmaron la catedral de Manizales, conservadora ciudad cafetera construida en el filo de una montaña, gritaban con rabia y dolor: "Bernardo, amigo, el pueblo está contigo", "Justicia, justicia", "Manizales lo educó y el Gobierno lo mató", "El Gobierno lo mató y al cártel se lo achacó".