Los conservadores blancos preparan la resistencia al cambio en Suráfrica

El presidente Frederik W. de Klerk "ha despertado al tigre que cada afrikaner lleva dentro", y el Partido Conservador (CP), que extrae su fuerza de ese electorado blanco autóctono, le va a hacer la vida políticamente imposible, según los líderes del CP. Los conservadores están ya preparando "una resistencia blanca" contra los planes gubernamentales para la nueva Suráfrica con el propósito de forzar elecciones anticipadas y poner orden en los desmanes en que está incurriendo el Partido Nacional.

Andries Treurnicht, líder del CP, ha advertido en el Parlamento de Ciudad del Cabo que el "mu...

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El presidente Frederik W. de Klerk "ha despertado al tigre que cada afrikaner lleva dentro", y el Partido Conservador (CP), que extrae su fuerza de ese electorado blanco autóctono, le va a hacer la vida políticamente imposible, según los líderes del CP. Los conservadores están ya preparando "una resistencia blanca" contra los planes gubernamentales para la nueva Suráfrica con el propósito de forzar elecciones anticipadas y poner orden en los desmanes en que está incurriendo el Partido Nacional.

Andries Treurnicht, líder del CP, ha advertido en el Parlamento de Ciudad del Cabo que el "muy revolucinario" discurso de De Klerk ha hecho sonar la alarma entre el electorado blanco y ha despertado al tigre que cada afrikaner lleva dentro". Tales palabras suenan a peligrosa amenaza entre quienes conocen la capacidad de lucha, resistencia y supervivencia de los afrikaner, los blancos surafricanos de mayoritaria procedencia no británica, orgullosos de tener una cultura propia.Koos van der Merwe, responsable parlamentario del CP, dice: "De Klerk y sus amigos son unos chorizos políticos" por emprender reformas para las que no tenían mandato electoral, después de haber ocultado cuidadosamente sus planes de poner en práctica aspectos del programa que repudiaron en la campaña electoral. "Mi gente lleva aquí tres siglos y demanda el derecho de autodeterminación", señala Van der Merwe, quien ve en los proyectos del presidente la imposición de un Gobierno de la mayoría, sin derechos para la minoría blanca. "No hay forma de que De Klerk pueda introducir a la fuerza al afrikaner en la nueva Suráfrica".

El CP, que en las elecciones de septiembre obtuvo el 31% de los sufragios frente al 48% del Partido Nacional (NP), alega que los sondeos de opinión indican claramente que ahora es él quien representa y defiende el espíritu del afrikaner. "Vamos a organizar la resistencia blanca de forma legal", dice el parlamentario conservador, "para forzar una elección anticipada, ganar y poner en práctica nuestro plan de crear una nueva república independiente, sólo para blancos, en parte de lo que es en la actualidad Suráfrica".

El CP va a poner en marcha la campaña Acción un millón con centenares de mítines, distribución de panfletos y recogida de firmas. La campaña culminará el 26 de mayo, aniversario de la victoria del Partido Nacional en las elecciones de 1948, con un gran mitin en Pretoria en el que van a pedir elecciones generales". La presión va a continuar hasta que De Klerk no tenga otra alternativa, dice Van der Merwe.

Suráfrica, mientras, sigue esperando la liberación de Mandela, a quien el CP "nunca pondría en libertad mientras no renunciara a la violencia". El Gobierno, que ayer apuntó la posibilidad de amnistiar a presos convictos de terrorl amo, conforme a la exigencia de Mandela, no da muestras de ir a liberarlo en estos días.

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