SANIDAD

Un conflicto con donantes provoca el cierre de unos quirófanos

La residencia de la Seguridad Social Juan Canalejo, de La Coruña, tuvo que suspender el pasado martes todas las intervenciones quirúrgicas previstas ante la falta de sangre por un conflicto entre la gerencia del hospital y la hermandad de donantes de la ciudad. Las operaciones se reanudaron ayer, pero los médicos temen que los problemas de escasez de sangre continúen durante los próximos días, ya que la hermandad ha suspendido las salidas a la calle de su unidad móvil, principal fuente suministradora de plasma al hospital.La Hermandad de Donantes de Sangre decidió paralizar ayer su única unida...

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La residencia de la Seguridad Social Juan Canalejo, de La Coruña, tuvo que suspender el pasado martes todas las intervenciones quirúrgicas previstas ante la falta de sangre por un conflicto entre la gerencia del hospital y la hermandad de donantes de la ciudad. Las operaciones se reanudaron ayer, pero los médicos temen que los problemas de escasez de sangre continúen durante los próximos días, ya que la hermandad ha suspendido las salidas a la calle de su unidad móvil, principal fuente suministradora de plasma al hospital.La Hermandad de Donantes de Sangre decidió paralizar ayer su única unidad móvil después de que la gerencia del Juan Canalejo solicitase a esta institución diversas aclaraciones sobre los gastos realizados durante 1989. En el pasado año, la hermandad superó en más de siete millones de pesetas su presupuesto inicial de 24 millones, sufragado enteramente por el hospital. La gerencia del Juan Canalejo solicitó la justificación mediante facturas de este incremento en el gasto, a lo que respondió la institución benéfica suspendiendo las salidas diarias de la unidad móvil de donación.

Este conflicto dejó prácticamente sin existencias de sangre al hospital, que tuvo que hacer un llamamiento a los ciudadanos y familiares de los enfermos a través de los medios de comunicación para que acudiesen a donar. El martes se suspendían todas las operaciones quirúrgicas, excepto dos trasplantes de riñón que era necesario practicar con urgencia. La positiva respuesta de la población permitió reanudar ayer las operaciones.

Francisco Javier Batlle explicó que los problemas de escasez de sangre son habituales en esta residencia, con capacidad para 1.000 camas. Según el responsable del servicio de hematología, normalmente se dispone de unas 50 unidades de plasma al día (unos 25 litros, aproximadamente), cuando se necesitaría el doble para tener cubiertas las necesidades mínimas.

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