Cuatro miembros de ETA comparten refugio con Noriega

Los cuatro etarras de la rama militar de ETA, deportados en Panamá, se encuentran desde el día de la invasión norteamericana en la Nunciatura, adonde se trasladaron por "razones de seguridad", según precisó ayer tarde a este periódico un ayudante de monseñor Sebastián Laboa, quien se encontraba realizando gestiones para encontrar un país que acoja al general Manuel Antonio Noriega. La noticia sobre la situación de los etarras ya fue adelantada ayer por Egin.

El grupo de etarras está formado por Miguel Ángel Aldana, Juan Carlos Arrigarán Ibarra, KoIdo Sara...

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Los cuatro etarras de la rama militar de ETA, deportados en Panamá, se encuentran desde el día de la invasión norteamericana en la Nunciatura, adonde se trasladaron por "razones de seguridad", según precisó ayer tarde a este periódico un ayudante de monseñor Sebastián Laboa, quien se encontraba realizando gestiones para encontrar un país que acoja al general Manuel Antonio Noriega. La noticia sobre la situación de los etarras ya fue adelantada ayer por Egin.

El grupo de etarras está formado por Miguel Ángel Aldana, Juan Carlos Arrigarán Ibarra, KoIdo Saralegui, Juan José Aristizabal y Jone Idígoras, esposa de éste último.

Por el contrario, se ignora el paradero del quinto deportado en ese país, Julián Tena Balsera, quien procede de los denominados Comandos Autónomos Anticapitalistas de ETA, considerados delincuentes comunes por la rama militar de la organización. Por ese motivo, Tena no se relacionaba con el grupo de milis y residía en el barrio de las Cumbres, en la capital panameña.

Los milis aceptaron la invitación de Laboa para refugiarse temporalmente en la sede del nuncio mientras se aclara la situación producida por la invasión norteamericana.

El ayudante de Laboa precisó que los vascos se encuentran en la Nunciatura en calidad "no de refugiados políticos sino de invitados" por razones de "seguridad y protección" mientras se restablece la situación tras la invasión estadounidense. Según Egin, Laboa ofreció a los cuatro miembros de ETA que se refugiaran en la Nunciatura.

Por el momento se desconoce cuál será la actitud que tomará el nuevo Gobierno que encabeza Guillermo Endara con los deportados miembros de ETA.

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En libertad

Hasta el momento, los deportados de ETA en Panamá disponían de libertad de movimientos en el interior del país, aunque carecen de documentación, y reciben una asignación mensual que paga el Gobierno español y asciende a 250 dólares por persona (casi 30.000 pesetas), sin incluir la vivienda y algunas llamadas telefónicas de larga distancia.Laboa, es natural de la localidad guipuzcoana de Pasajes de San Juan. Durante sus siete años al frente de esa representación en Panamá, ha realizado diversas mediaciones para que miembros de ETA fueran acogidos en países de Centroamérica y de Suramérica.

Monseñor Laboa solicitó a Fidel Castro que Cuba aceptara a los etarras que actualmente se encuentran deportados en ese país caribeño. Su primera respuesta fue negativa, aunque gestiones diplomáticas españolas permitieron que Castro finalmente accediera a esta petición.

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