Un bebé sufre quemaduras por beber agua adulterada
Miguel Ángel Ochoa Arnaiz de 16 meses, sufrió ayer quemaduras leves en la cavidad bucal al ingerir agua supuestamente adulterada de una botella que habían comprado sus padres en uno de los bares de la ciudad deportiva militar de Burgos. El hecho se produjo poco después de la una de la tarde, cuando los padres del niño compraron la botella para dar de beber a su hijo.
El niño, una vez hubo ingerido parte del contenido de la botella, comenzó a hacer gestos extraños, por los que sus padres examinaron el líquido y comprobaron que desprendía un olor anormal. El niño sufre quemaduras en l...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Miguel Ángel Ochoa Arnaiz de 16 meses, sufrió ayer quemaduras leves en la cavidad bucal al ingerir agua supuestamente adulterada de una botella que habían comprado sus padres en uno de los bares de la ciudad deportiva militar de Burgos. El hecho se produjo poco después de la una de la tarde, cuando los padres del niño compraron la botella para dar de beber a su hijo.
El niño, una vez hubo ingerido parte del contenido de la botella, comenzó a hacer gestos extraños, por los que sus padres examinaron el líquido y comprobaron que desprendía un olor anormal. El niño sufre quemaduras en la mucosa y en la boca que no se consideraron graves.
La botella, que se ha enviado a analizar para conocer con exactitud el producto adulterante, desprendía cierto olor a sosa, según sus padres. El niño sólo bebió entre cinco y siete centímetros cúbicos del contenido de la botella.