Un juez de San Sebastián considera que policías del Cuerpo Nacional dispararon postas en los incidentes de la Salve

Los disparos de postas que hirieron a cuatro personas el pasado 14 de agosto en San Sebastián, tras la ceremonia de la Salve, fueron presuntamente efectuados por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, según se deduce de la decisión tomada ayer por el juez instructor, Santiago Pedraz, de remitir el caso a la Audiencia Provincial. El titular del juzgado de instrucción ha trasladado las diligencias en virtud del carácter aforado que asiste a las Fuerzas de Seguridad del Estado y una vez constatada la existencia de "indicios. racionales de criminalidad".

En el auto remitido a la audien...

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Los disparos de postas que hirieron a cuatro personas el pasado 14 de agosto en San Sebastián, tras la ceremonia de la Salve, fueron presuntamente efectuados por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, según se deduce de la decisión tomada ayer por el juez instructor, Santiago Pedraz, de remitir el caso a la Audiencia Provincial. El titular del juzgado de instrucción ha trasladado las diligencias en virtud del carácter aforado que asiste a las Fuerzas de Seguridad del Estado y una vez constatada la existencia de "indicios. racionales de criminalidad".

En el auto remitido a la audiencia guipuzcoana, Santiago Pedraz señala que el comportamiento de los cinco policías que formaban la dotación implicada en el caso puede ser considerada un posible delito contra las personas, pero no especifica si se trata de un delito de lesiones o de intento de homicidio, calificación que reserva al tribunal de la instancia superior.El pasado miércoles, los cinco agentes implicados en los incidentes, miembros de la 11ª Compañía de la Reserva General (antidisturbios), con base en Miranda de Ebro (Burgos), se negaron a modificar sus anteriores declaraciones exculpatorias, pese a los indicios que han sido acumulados por el juez a lo largo de la investigación.

Los agentes participaron en la prueba de reconstrucción de los hechos, pero dijeron no poder recordar cúal era su ubicación exacta en el momento del disparo de las postas. El juez ha devuelto 20 escopetas antidisturbios intervenidas a las dotaciones policiales, pero mantiene todavía en su poder dos de las armas en las que parece haberse observado una posible manipulación en sus sistemas percutores.

Sorprendentemente, el maestro armero, de la compañía de reserva del Cuerpo Nacional de Policía con sede en Logroño ha declarado que no lleva un control estricto del suministro del material antidisturbios. La posibilidad de que el cartucho de postas fuera disparado con una escopeta dotada de bocacha lanzapelotas y provista de su correspondiente pelota de goma es una de las tesis más barajadas. Al atravesar la pelota de goma, las postas habrían perdido buena parte de la potencia y se habrían esparcido en una área más amplia.

Esto permite explicar el hecho de que las cuatro personas fueran heridas en un espacio de unos cuatro metros, muy superior al área máxima de apertura de los 12 proyectiles de postas del cartucho en un disparo realizado a esa distancia, los 20 metros que separaban a la dotación policial de los heridos supuestos manifestantes.

El juez alude a que "la única furgoneta policial que estuvo en la intersección de las calles Peñaflorida y Garibay sobre la hora en que resultaron al menos cuatro heridos por proyectil de plomo fue la del primer grupo de la citada reserva, sin que en el lugar, por las diligencias practicadas, se revele la presencia de otra fuerza policial, nacional, autónoma o municipal".

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