El Gobierno compra en secreto un tercer avión usado para la unidad encargada de trasladar autoridades

El Grupo 45 de la Fuerza Aérea, cuya principal misión consiste en el traslado del Rey y de otras personalidades, recibirá antes de fin de año un nuevo avión Boeing 707, que se sumará a los dos que ya recibió, en abril de 1988 y en julio pasado. El Gobierno no ha informado todavía sobre la compra de este tercer aparato, de segunda mano, como los anteriores, cuyo coste se estima en unos 5.000 millones de pesetas. El pasado 7 de abril, el Consejo de Ministros declaró secreto todo lo relacionado con la compra de los aviones que debían sustituir a los dos viejos DC-8 del Grupo 45, lo que no pudo im...

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El Grupo 45 de la Fuerza Aérea, cuya principal misión consiste en el traslado del Rey y de otras personalidades, recibirá antes de fin de año un nuevo avión Boeing 707, que se sumará a los dos que ya recibió, en abril de 1988 y en julio pasado. El Gobierno no ha informado todavía sobre la compra de este tercer aparato, de segunda mano, como los anteriores, cuyo coste se estima en unos 5.000 millones de pesetas. El pasado 7 de abril, el Consejo de Ministros declaró secreto todo lo relacionado con la compra de los aviones que debían sustituir a los dos viejos DC-8 del Grupo 45, lo que no pudo impedir una fuerte polémica.

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Ingenieros del Ejército del Aire se han trasladado a Seattle (Estados Unidos), donde se encuentra la factoría de la Boeing Military Airplane Company (BMCE), fabricante de los aparatos, para recibir el B-707 y comprobar que cumple todos los requisitos pedidos por el Gobierno español. Una tripulación completa de la Fuerza Aérea realizará posteriormente en EE UU las pruebas de vuelo del avión, antes de que éste se incorpore al Grupo 45, con base en el aeropuerto de Barajas (Madrid), lo que sucederá antes de que concluya el año, según fuentes militares.El nuevo B-707, de segunda mano, como los dos adquiridos anteriormente, está siendo sometido a un rectificado del motor para ponerlo a cero kilómetros, y a una profunda revisión de la estructura, mediante el uso de rayos X, para comprobar que no presenta fisuras, consecuencia de la llamada fatiga de vuelo. Igualmente, está siendo dotado con avanzados sistemas de protección contra la guerra electrónica y con secráfonos que garanticen el secreto de las comunicaciones efectuadas desde el mismo.

Confirmación de Defensa

El Ministerio de Defensa confirmó ayer tarde, a preguntas de EL PAÍS, la adquisición de este tercer B-707, aunque no quiso precisar su año de fabricación, ni el precio exacto pagado por él, con el argumento de que todo lo relacionado con este asunto está sujeto a la consideración de materia clasificada, según la decisión adoptada por el Consejo de Ministros. Expertos consultados por este diario estiman que el coste de la operación ronda los 5.000 millones de pesetas, incluyendo los requisitos planteados por el Gobierno español. La cifra que se manejó, cuando se hizo pública la compra de los dos primeros aviones, fue de 8.500 millones de pesetas por ambos.Portavoces del Ministerio de Defensa aseguraron, sin embargo, que el coste del tercer B-707 ha sido muy inferior al de los dos anteriores, ya que el Gobierno se aprovechó de un momento en que el cambio del dólar era especialmente favorable para aceptar una opción de compra, en muy buenas condiciones, planteada por la casa fabricante. Para dichos portavoces, el precio del avión rondaría los 1.000 millones de pesetas.

Misiones militares

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La principal misión del nuevo aparato, según el Ministerio de Defensa, será la de abastecer de combustible, en pleno vuelo, a los cazas del Ejército del Aire, como los F-18 y los Mirage F-1, para lo que se le instalarán en los extremos de las alas unos mecanismos denominados pods. También se utilizará como avión de transporte multifuncional, para el traslado de carga y de personal, aunque no necesariamente autoridades. Igualmente podría servir, en caso de conflicto, como mando volante, según expertos en la materia.En principio, se pensó que estas funciones fueran realizadas por uno de los dos B-707 adquiridos para el traslado de personalidades, que ha sido preparado al efecto, pero técnicos del Ejército del Aire lo desaconsejaron, por los problemas de seguridad e incomodidad que plantea el empleo de dichos aparatos como aviones-cisterna.

La decisión de adquirir dos B-707 para sustituir a los viejos DC-8 del Grupo 45, cuyas averías ocasionaron numerosos incidentes en viajes del Rey y del presidente del Gobierno, fue anunciada por el entonces portavoz del Ejecutivo, Javier Solana, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros del 11 de diciembre de 1985.

La elección de estos aparatos provocó una fuerte polémica, pues los nuevos B-707, fabricados a mediados de la década de los sesenta, eran al menos tan antiguos como los viejos DC-8 y su tecnología, en opinión de algunos de los militares encargados de pilotarlos, está incluso más desfasada que la de éstos.

El primer B-707 llegó a España en abril de 1988 y ha sido empleado en varios viajes de los Reyes. El segundo de los aviones, llegado a Madrid en julio de este mismo año, lo empleó el ministro de Defensa, Narcís Serra, para trasladarse a Angola y Namibia y, posteriormente, a EE UU.

Uno de los dos DC-8 sustituidos por los B-707 fue vendido, en otoño de 1988, a una empresa de transporte aéreo de Levante, cuya identidad no fue revelada, por 200 millones de pesetas, después de que el aparato saliera a subasta por la mitad de dicho precio. El otro DC-8 está en la actualidad en los hangares que el Grupo 45 tiene en el aeropuerto de Barajas, a la espera de que en breve sea dado de baja y sacado a subasta.

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