Un estudio revela, que sólo sufren SIDA las prostitutas de Centro que son drogadictas

Amparo Comas, socióloga y asistente social, realizó durante cinco años un estudio sobre la salud de las prostitutas que hacen la carrera en las calles del distrito de Centro de Madrid y únicamente detectó SIDA en las heroinómanas, "lo que induce a pensar que en España la principal vía de contagio es la aguja", informa Efe.Entre 1984 y 1988, Cornas estudió a 300 mujeres que durante el dia ejercen su oficio en las calles de Ballesta, Montera y la Cruz. La mayoría no era adicta a las drogas y no presentaban infección de SIDA. Pero 40 declararon ser toxicómanas y 23 de ellas tenían anticuer...

Amparo Comas, socióloga y asistente social, realizó durante cinco años un estudio sobre la salud de las prostitutas que hacen la carrera en las calles del distrito de Centro de Madrid y únicamente detectó SIDA en las heroinómanas, "lo que induce a pensar que en España la principal vía de contagio es la aguja", informa Efe.Entre 1984 y 1988, Cornas estudió a 300 mujeres que durante el dia ejercen su oficio en las calles de Ballesta, Montera y la Cruz. La mayoría no era adicta a las drogas y no presentaban infección de SIDA. Pero 40 declararon ser toxicómanas y 23 de ellas tenían anticuerpos del virus.

El rechazar la sodomización y otras prácticas que supongan violencia y riesgo de lesión les protege de contraer el SIDA, además de que "los clientes que pudieran estar infectados por ser heroinómanos o bisexuales no suelen acudir a esta prostitución de bajo nivel", aseguró Comas.

Entre las conclusiones del trabajo destaca el rechazo a que se imponga a las prostitutas una cartilla sanitaria, cosa de la que es partidaria la consejera de Integración Social, Elena Vázquez. Comas mantiene que "la cartilla solo sería efectiva si todos los días se les hicieran pruebas para ver si resultaron infectadas en un contagio anterior".

Comas también se mostró contraria a la existencia de prostíbulos públicos controlados sanitariamente: "Quitarlas de la calle y meterlas en casas de citas solo beneficia a las redes de proxenetas, que se llevan gran parte de las ganancias", dijo.