UGT acusa a los pilotos norteamericanos de 'jugar a la guerra'

"Juegan a interceptar a los aviones civiles en vuelo, especialmente en la ruta del puente aéreo; realizan vuelos rasantes sobre poblaciones y sobre la pista del aeropuerto de Pamplona, sin previo aviso a los controladores; ejecutan vuelos acrobáticos sobre zonas habitadas; ocupan los sectores de entrenamiento durante el horario reservado a los cazas españoles, creando situaciones tensas que debe resolver el control civil de turno, localizando en frecuencia de emergencia y rogando a los pilotos norteamericanos que abandonen dichos sectores; comunican directamente con sus propios controladores m...

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"Juegan a interceptar a los aviones civiles en vuelo, especialmente en la ruta del puente aéreo; realizan vuelos rasantes sobre poblaciones y sobre la pista del aeropuerto de Pamplona, sin previo aviso a los controladores; ejecutan vuelos acrobáticos sobre zonas habitadas; ocupan los sectores de entrenamiento durante el horario reservado a los cazas españoles, creando situaciones tensas que debe resolver el control civil de turno, localizando en frecuencia de emergencia y rogando a los pilotos norteamericanos que abandonen dichos sectores; comunican directamente con sus propios controladores militares sin el previo y preceptivo contacto en el centro de control; y cuando se les demora la aproximación para el aterrizaje por razones de tráfico, recurren a la picaresca de declarar corto de combustible, con el consiguiente retraso para los demás vuelos".Todas estas irregularidades, presuntamente cometidas por los pilotos militares norteamericanos, están minuciosamente descritas en los documentos que el secretario general de la sección sindical de UGT de los controladores del aeropuerto de Zaragoza, José Antonio Más, ha elevado a los directivos de su sindicato y al director general de Aviación Civil, Carlos Martín Plasencia. El último de los escritos lleva fecha del 6 de este mismo mes y denuncia incidentes sucedidos en fechas tan recientes como el 27 de septiembre y el 2 y 4 de octubre, después de que trascendiera a la opinión pública la colisión entre un DC-9 de Aviaco y cuatro cazas norteamericanos que estuvo a punto de producirse el pasado 10 de agosto.

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El documento de la UGT denuncia también "que la presencia de controladores aéreos militares norteamericanos, tanto en el rádar militar como en la torre de control, exige una multiplicación de las operaciones de coordinación y revela una auténtica vejación de soberanía sobre el espacio aéreo nacional y una particular desconfianza hacia los controladores españoles". "Los controladores militares norteamericanos", agrega el texto, "se niegan a facilitar los datos sobre identificación de sus aviones que incurren en algún tipo de infracción al reglamento del aire, impidiendo con tal actitud que la mayoría de dichas infracciones sean debidamente denunciadas".

El Gobierno aragonés, a través de su consejero de Ordenación Territorial y Transportes, Joaquín Maggioni, ha hecho pública su preocupación por estos sucesos y se ha preguntado quién controla la situación del aeropuerto de Zaragoza, "si es que la controla alguien". Por el contrario, para el director del centro de control aéreo de Zaragoza, Antonio Yus, en el aeropuerto de la capital aragonesa "hay un control de lo más riguroso, tan seguro o más que los del resto del mundo".

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