Walesa, a Kohl: "Las fronteras de 1945 son definitivas"

El sindicalista polaco Lech Walesa pidió ayer en Bonn a los alemanes que "olviden su complejo de culpabilidad", pero al mismo tiempo quiso dejar bien claro que las fronteras surgidas en 1945 no están sujetas a ninguna discusión y "son definitivas", advirtiendo contra aquellos que ponen en peligro la estabilidad de Europa y la propia reunificación alemana aventando los viejos demonios del expansionismo germano. El líder de Solidaridad hizo estas declaraciones tras entrevistarse en Bonn con el canciller federal, Helmut Kohl. Antes había sido recibido por el presidente de la República Federal de ...

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El sindicalista polaco Lech Walesa pidió ayer en Bonn a los alemanes que "olviden su complejo de culpabilidad", pero al mismo tiempo quiso dejar bien claro que las fronteras surgidas en 1945 no están sujetas a ninguna discusión y "son definitivas", advirtiendo contra aquellos que ponen en peligro la estabilidad de Europa y la propia reunificación alemana aventando los viejos demonios del expansionismo germano. El líder de Solidaridad hizo estas declaraciones tras entrevistarse en Bonn con el canciller federal, Helmut Kohl. Antes había sido recibido por el presidente de la República Federal de Alemania, Richard von Weizsaecker.Kohl aseguró a Walesa que la RFA hará todo lo posible para "asegurar el camino de Polonia hacia la democracia" y le prometió usar toda su influencia ante los poderes económicos para que se llegue a una ayuda en este campo. Hoy, en la última jornada de su visita, Walesa se entrevistará con el ministro de Economía, Helmut Hausman, y con el titular de Exteriores, Hans-Dietrich Gensher. Ayer por la mañana, antes de partir hacia Bonn, Walesa indicó en Dusseldorf, donde ha pasado los primeros dos días de su visita como huésped de la Federación Alemana de Sindicatos, que se mostraba "satisfecho" de lo que ha conseguido, ya que había "desarrollado más cosas de las que esperaba".

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La visita del político polaco ha tenido una gran repercusión en la RFA. La acogida que Walesa tuvo en la cuenca minera del Ruhr, donde fue vitoreado por los miles de mineros -muchos de ellos polacos- que allí trabajan y la atención que le han prestado los poderes económicos del país, no han logrado ocultar que la disposición de Bonn para ayudar a Polonia mantiene algunas reservas.

El propio Walesa ha insistido repetidas veces en estos días que no venía sólo a pedir ayuda económica, intentando desmarcarse de una imagen de pedigüeño. "Como vecino", dijo en la conferencia de prensa que dio en Dusseldorf, "ofrezco a la RFA una cooperación".Y se preguntó a continuación: "¿Tendrán que ser los japoneses los que nos ayuden?".

Optimismo

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Las reticencias de los banqueros, más que de los empresarios, como admitió el miércoles el propio Walesa, no han hecho mella en el optimismo del líder polaco, quien se mostró esperanzado de cara al futuro de las relaciones entre la RFA y Polonia. "Los resultados económicos llegarán", dijo, "ya que ésta es la lógica de las cosas".

Walesa volvió a insistir ayer en la prometida y nunca realizada visita de Kohl a Polonia. Ayer invitó de nuevo al canciller y también al presidente de la RFA, Weizsaecker, a que vayan a Varsovia. Kohl le respondió que iría cuando finalizaran las conversaciones para el tratado comercial entre ambos países se desplazará a Polonia, y que esto será "muy pronto". Esta vez, no parece que el canciller federal vaya a poder posponer más la anunciada visita que debía haberse realizado ya antes del verano, pese a las dudas creadas en el ala derecha de su partido, donde un fuerte contingente de votantes, provinientes de Silesia, Pomerania y la Prusia Oriental -hoy en día parte de Polonia- se muestran muy reacios a que sus impuestos sirvan para ayudar a aquellos que los desposeyeron de sus tierras y los expulsaron del país después de la guerra. El previsible reforzamiento de Kohl en el inminente Congreso de su partido, a celebrar a partir del domingo en Bremen, le permitirá una mayor holgura de movimientos.

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