Cartas al director

Un magnífico ejemplo de encinar mediterráneo

Causa un considerable asombro, no exento de tristeza, leer la carta publicada en EL PAIS el pasado 10 de agosto titulada Carretera misteriosa, en la que se aboga sin más por la puesta en circulación de la carretera entre Torrelodones y El Pardo, que atraviesa el monte de El Pardo. En dicha carta se puede leer: "Ignoramos (?) por qué motivo está cortada", para extrañarse después de "no ver aludida la posibilidad de puesta a punto de esta carretera".El firmante de la carta parece no conocer la existencia del monte de El Pardo, paraje natural de características sobresalientes, que permanec...

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Causa un considerable asombro, no exento de tristeza, leer la carta publicada en EL PAIS el pasado 10 de agosto titulada Carretera misteriosa, en la que se aboga sin más por la puesta en circulación de la carretera entre Torrelodones y El Pardo, que atraviesa el monte de El Pardo. En dicha carta se puede leer: "Ignoramos (?) por qué motivo está cortada", para extrañarse después de "no ver aludida la posibilidad de puesta a punto de esta carretera".El firmante de la carta parece no conocer la existencia del monte de El Pardo, paraje natural de características sobresalientes, que permanece aún como asignatura pendiente de la protección legal de los espacios naturales madrileños, pues reuniendo todas las cualidades para ser declarado parque nacional, aún no lo es por rencillas institucionales en el pasado reciente.

La solicitud de destruir alegremente uno de los parajes naturales de mayor valor de la península Ibérica, magnífico ejemplo del encinar mediterráneo continental, para facilitar las comunicaciones no es nuevo: ahí está el aberrante proyecto del Ministerio de Transportes de ubicar el trazado del TAV (Tren de Alta Velocidad) por El Pardo, en contra de la opinión más consecuente de la Comunidad de Madrid, ecologistas y Ayuntamientos.- secretario federal de la Federación de Amigos de la Tierra. Madrid.

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