Robert T.Morris

Un genio de la cibernética, procesado

Robert Tappan Morris, el joven norteamericano que infectó el pasado mes de noviembre las computadoras del Pentágono con un virus informático, ha sido procesado. Si es considerado culpable en el juicio, deberá cumplir una condena de cinco años y pagar 250.000 dólares de multa, además de reponer los daños ocasionados por el virus cuya cuantía es incalculable.El joven Robert tiene 24 años de edad y ha reaccionado ante la noticia encogiéndose de hombros, aunque al parecer está más preocupado de lo que pretende demostrar. Su padre, otro genio de la cibernética que trabaja en programas secretos del ...

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Robert Tappan Morris, el joven norteamericano que infectó el pasado mes de noviembre las computadoras del Pentágono con un virus informático, ha sido procesado. Si es considerado culpable en el juicio, deberá cumplir una condena de cinco años y pagar 250.000 dólares de multa, además de reponer los daños ocasionados por el virus cuya cuantía es incalculable.El joven Robert tiene 24 años de edad y ha reaccionado ante la noticia encogiéndose de hombros, aunque al parecer está más preocupado de lo que pretende demostrar. Su padre, otro genio de la cibernética que trabaja en programas secretos del Gobierno, ha declarado, tras conocer el procesamiento de su hijo: "Estamos afligidos .por esa noticia".

Este genio de la cibernética intoxicó el pasado mes de noviembre el sistema informático del Pentágono, inutilizando miles de terminales durante semanas. Se trata del primer procesanmiento que lleva a cabo la justicia estadounidense contra uno de estos hackers, que es como se denomina aquí a estos jóvenes a los que les entusiasma penetrar furtivamente en los sistemas de las grandes compañías y de la Administración, mientras devoran pizza y escuchan el último disco de Michael Jackson o U2.

El Gobierno quiere utilizar el caso para escarmentar a los furtivos que penetran impunemente en las computadoras ajenas sin pararse a pensar que están cometiendo un delito al violar una ley de 1986 que castiga el abuso informático.

Según han contado dos compañeros suyos en la Coirnell University, Morris desarrolló un software paralizante que cuando penetró en la red informática del Pentágono se multiplicó increíblemente, haciendo imposibles los esfuerzos de su creador por detener la infección.

El virus paralizó las terminales de ramas de la NASA, centros logísticos de la Fuerza Aérea y centros universitarios.

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