Cartas al director

Guardando cama

Me gustaría, y les agradecería, que me publicasen esta carta, pues creo que las conquistas sociales, como es la asistencia sanitaria, por las que tanto tiempo se ha luchado y tanto dinero nos cuestan, hay que mimarlas incluso con la crítica, y espero que en este caso la considere constructiva.Ingresé en el hospital del Vall d'Hebron, de Barcelona, el pasado día 25 de enero, a fin de ser intervenida, en la unidad de cirugía plástica, de secuelas por quemaduras. No puede imaginar mi asombro al enterarme de que mi operación la programaban para siete días después y cuando me dijeron que tenía que ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Me gustaría, y les agradecería, que me publicasen esta carta, pues creo que las conquistas sociales, como es la asistencia sanitaria, por las que tanto tiempo se ha luchado y tanto dinero nos cuestan, hay que mimarlas incluso con la crítica, y espero que en este caso la considere constructiva.Ingresé en el hospital del Vall d'Hebron, de Barcelona, el pasado día 25 de enero, a fin de ser intervenida, en la unidad de cirugía plástica, de secuelas por quemaduras. No puede imaginar mi asombro al enterarme de que mi operación la programaban para siete días después y cuando me dijeron que tenía que esperar durante aquella semana allí ingresada "guardando mi cama'.

Me quedó claro en los 15 días de mi estancia que no era éste un caso aislado; por el contrario, constaté que esa espera era prácticamente la costumbre. Incluso otro paciente, que también venía de la provincia de Gerona, después de permanecer allí una semana ingresado, fue enviado a su casa para que se hiciera unas pruebas necesarias previas a su operación.

No sé cuánto dinero cuesta una cama diariamente en un servicio tan especializado, pero la organización que las rodea es absurda y seguro que muy cara.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En