La Guardia Civil abre diligencias a un guarda por matar especies protegidas

La patrulla del servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil de Medina Sidonia (Cádiz) ha abierto diligencias por un supuesto delito de caza ilegal a José G. D., jefe de guardería de la finca Las Lomas, en Vejer de la Frontera, por dar muerte a gran número de aves rapaces y otras especies protegidas por la ley. Los animales eran exterminados para proteger una finca de caza propiedad de José Ramón de Mora Figueroa.

Al guarda se le intervinieron dos buhos reales vivos que empleaba de cebo para cazar diversos animales amenazados de extinción. Además de los buhos, la Guar...

La patrulla del servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil de Medina Sidonia (Cádiz) ha abierto diligencias por un supuesto delito de caza ilegal a José G. D., jefe de guardería de la finca Las Lomas, en Vejer de la Frontera, por dar muerte a gran número de aves rapaces y otras especies protegidas por la ley. Los animales eran exterminados para proteger una finca de caza propiedad de José Ramón de Mora Figueroa.

Al guarda se le intervinieron dos buhos reales vivos que empleaba de cebo para cazar diversos animales amenazados de extinción. Además de los buhos, la Guardia Civil le incautó restos (picos y colas) de un águila imperial, especie endémica peninsular de las que sólo quedan escasas parejas, apenas una docena, en Cazorla, Doñana, y los Pirineos, 14 águilas calzadas, tres cernícalos, un gavilán, diez ratoneros comunes, 15 comadrejas, tres meloncillos, siete zorros, cuatro milanos reales, nueve milanos negros, así como restos de reptiles. En total, 38 piezas y 16 anillas de control científico, hechos por lo que podría ser sancionado con multas acumulativas que podrían superar los 50 millones de pesetas.Según una nota del Gobierno Civil de Cádiz, el inculpado reconoció la autoría de los hechos e indicó que lo hacía "por mando expreso del dueño de la finca, quien le abonaba cierta cantidad por el exterminio de estos animales". Las Lomas, una de las fincas de mayor extensión de la provincia, es propiedad de José Ramón de Mora Figueroa.

Al parecer, con la matanza de las aves rapaces se pretendía preservar el coto de caza existente en la finca. Se ha dado el caso de que, incluso, se habían registrado despidos a trabajadores de la finca por matar accidentalmente durante las labores del campo, a faisanes, perdices o cualquier otra especie de caza, según ha recordado a este periódico, Franciso Arias, secretario provincial de la UGT.Juan Clavero, portavoz de la Federación Ecologista Pacifista Gaditana, ha señalado que "con ello se demuestra cómo la Guardia Civil, si se pone a trabajar en esta línea de protección de la naturaleza, puede tener una importancia decisiva, ya que tiene la autoridad y la implantación adecuada".

Los restos de águilas imperiales podrían confirmar las sospechas de que éstos ejemplares procedían del coto de Doñana, en donde se está llevando a cabo una intensa campaña para la reproducción de esta especie, tan escasa como protegida, así como su extensión por la provincia de Cádiz. Los pollos que emigraban del coto hacia su extensión natural de la provincia de Cádiz desaparecían al llegar a la finca de Mora Figueroa, tal como la Agencia de Medio Ambiente (AMA) advirtió a los propietarios.

También la Guardia Civil abrió diligencias a cuatro individuos el pasado 10 de junio por expolio de nidos de aves rapaces en el término municipal de Medina Sidonia.

Uno de ellos, José B. H., se dedica, según el Gobierno Civil, al expolio de nidos de aves rapaces, teniendo para ello, un censo de los mismos.